lunes, 15 de octubre de 2012

Dicen...

Sola, aislada, callada, arrancando, huyendo, cambiando,
sufriendo, como un ermitaño, lejos de todo y de todos.
Lejos de las sensaciones, de los abrazos, de la amistad,
lejos de las letras, de las canciones, de la familia.
Lejos de los sueños, del esfuerzo, de todo lo que soy,
o más bien de lo que un día fui.
Y de todo esto aún no sé el por qué,
no lo comprendo, no es una decisión,
más bien no lo es a conciencia,
he dejado que las cosas sucedan
sin oponer resistencia,
que las amigas duden, que se alejen, que hablen
no tengo energías para luchar,
que la soledad se quede, ¿qué más puedo hacer?,
no me atrevo a seducir, ni menos
a acercarme, por más que un otro me parezca...
ni eso sucede, ni un otro, ni un deseo, ni una conversación, nada.
Sola, me voy quedando sola, por opción,
por consecuencia, por casualidad,
por causalidad, porque ya no hay energías,
no me la puedo, no puedo abrir la puerta de casa
para salir como antaño,
ahora disfruto de hundirme en mi cama,
sola, sin siquiera el sonido de la familia,
ojalá las noches fuesen eternas,
yo y nada más.
Me acostumbro a esto, ya no puedo convivir con otros...

Suena: Dicen / Alejandro FIlio