sábado, 18 de diciembre de 2010

¡No!

No he aprendido a convivir con mis miserias, ni con el dolor,

mucho menos con la soledad, no he aprendido a convivir conmigo.

martes, 14 de diciembre de 2010

Otro año más...

Mala idea esta de sacar cuentas a fin de año, cada vez que el calendario hace lo que yo anhelo (comer días y ponerse flaco), viene la estúpida tradición de sopezar el año y poner en la balanza todo lo acontecido.
Este año para el país fue malo, desde la elección del presidente para adelante ha salido todo mal. Para mí ha sido un año extraño, comenzando por esas experiencias enriquecedoras con personas a las que amo inmensamente, de esas en las que encuentras a Dios con su simple mirada, con sus abrazos gigantes, con sus cigarros nocturnos, a las que me uní y de las que no quiero separarme, esos meses trajeron consigo la ilusión que se me cayó de las manos y el corazón meses después, en este verano se resume la mejor parte del año, con mis grandes amigos, con mis padres, con mis sobrinos, con la familia.
Luego y hasta hoy las responsabilidades del último año de carrera me tienen cansada, no quiero oir voces, ver rostros, sentir presencias. Quiero volver a hacer las cosas por placer y no por obligación, quiero sentir reciprocidad y no que las personas se pasan mi existencia por la raja, quiero cerrar los ciclos de manera sensata y humana, quiero que llegue el fin de año ya.
Este año la pena ha movilizado mis días, esa sensación de que los días no han pasado y sigo pegada a mitad de camino, que la recompenza no llega, que las fuerzas son en vano, que la indiferencia que he conseguido duele, mata, quema.
Por eso estoy cansada, de ver la alegría de otros enrostrándome mi mierda, de la estabilidad de muchos y mi desequilibrio, de que mi soltería sea un problema país, de que todos hablen de lo terrible es ser gordo cuando mi gordura desborda, o de lo terrible que son un par de granos cuando mi cara parece pan de pascua.
Me cansé de las preguntas y bromas, de los amigos con buenas intenciones mintiendo al mas estilo paternal hablando de hombres interesados, de belleza exótica, de la diferencia entre ser interesante y ser rica.
Este fin de año he concluido que he conseguido muchas cosas, que la carrera está llegando a su fin y que a pesar de vaticinar que lo dejaría a medias como todo, fui capaz de terminar, que mi familia me ama, a pesar de no entender mis términos, que existen dos personas por las que he aprendido a amar sin limitantes, sin condiciones, que los besos y abrazos del Emiliano y Tomás son el motor para ponerle un poco de color a este término de año gris, a este año que comienza y termina con la misma sensación, la que ha crecido y con la que he aprendido a convivir.

lunes, 6 de diciembre de 2010

No me gusta ser la que soy hoy
ya no quiero convivir conmigo
esto es asquerosamente agotador

domingo, 5 de diciembre de 2010

Círculo vicioso

Vuelven las náuseas,
vuelven los miedos,
vuelve la envidia,
vuelvo a recordar,
vuelvo a llorar,
vuelvo a odiarme
vuelve el rencor,
vuelven las lágrimas,
vuelven los vómitos,
vuelven las noches en vela,
vuelven los finales,
vuelvo a quedarme sola

domingo, 28 de noviembre de 2010

Partidas...


Ha sido una semana extraña, me he visto despidiendo a un gran hombre que dejó mucho en mí, a quien conocí hace unos 7 años y nos ha acompañado como familia, padre de mi cuñado y tata de mi pequeño Tomás, el papi de todos, porque así nos adoptó y así nos quisimos por mucho tiempo. Su partida fue extraña, cargada de ese tinte de negación por no entender lo rápido e inesperado de la situación, pero fue calma, por el amor que todos le profesan, por comprender que el cuerpo lo mantuvo prisionero, que lo malogró y desgastó, pero el espíritu creativo fue mas fuerte y eso es lo que todos rescatan, su grandioso silencio, sus abrazos furtivos, su amor incondicional.

Quizá soy una recién llegada a esta historia, pero me dolió inmensamente, lo recordé diciéndome hace un mes que estaba cansado de luchar contra las enfermedades y que ya no quería más, ¿por qué me escogió a mí para decir tamaña confesión?, lo más probable es que de esa forma me haya encargado cuidar a los que ama, estar ahí y no decaer, o simplemente porque estuve justo en el momento en que quiso desahogarse, no lo sé y nunca lo sabré, pero hoy tiene tanta importancia esa conversación, ese abrazo un par de días antes de que lo internaran, ese "muchas gracias por estar" que me dijo. Insisto soy una recién llegada a esta despedida, soy una abusiva por llorar cuando otros pierden al amor de sus vidas, soy una simple invitada a la que el dolor le hizo una visita y aprovechó de mover otras cosas que estaban congeladas.

Estos días en que despedimos al papi se convirtieron en eternos, se conjuga con el término de la tesis, con un resultado realmente asqueroso y vergonzoso. Con unas ganas enormes de arrancar de esos rostros por un largo tiempo, para evitar que el cansancio termine por separar el gran amor que nos tenemos, porque no quiero sentir que soy una débil frente a las injusticias, o que no puse límites, no quiero caer en la victimización para validar mi malestar, no quiero que terminen mal cinco años y grandes amistades.

Me he sentido mal, con un bajón tremendo, con una soledad vomitiva y aplastante, me he sentido disminuida, violenta, envidiosa, carente.

He recordado como inicié hace cinco años esta historia, la frase de mi madre encontrando mal la decisión (como encuentra todas las que tomo), a mi padre con un rostro complaciente diciéndome que todo lo que yo haga estará bien, mis hermanas asumiendo mi viaje como lo que siempre me ha caracterizado, que es emigrar, a mi compañero de turno enorgulleciéndose por mí (solo le duró un par de semanas), me recuerdo con cara de asco por que la situación no era la deseada, pero con el ímpetu por los cielos porque lograría estar lejos, lo más lejos posible, día a día, desde temprano fuera de la casa, lejos de las presiones, de las exigencias sentimentales impuestas por la sangre, hasta la noche, cuando la oscuridad me dejaba tendida en mi cama, silenciosa, pero con una tranquilidad que hoy no consigo.

Han sido unos días horribles, con un dolor inmenso, con unas lágrimas incansables, con un desazón aflorando por todas partes, han sido días de cuestionarme, de enjuiciarme, de observarme y no estar contenta con lo que veo, han sido días en los que he pensado que emigrar sea la mejor opción, pero esta vez sola y muy lejos, quizá por un buen tiempo, porque claramente necesito sanarme, reconstruirme, volver a creer en mí, a amarme, a entender que quizá no puedo desear algo que no está escrito para mí, a darle sentido a estas noches eternas, a esas personas que me acompañan pero me hieren.

Sé que mi partida no será del todo dolorosa, porque las historias de muchos se ven limitadas a mi existencia, porque mis padres necesitan su lugar y no que esté yo molestando, porque mis hermanas no requieren de mi compañía siempre, porque no hay otros que necesiten de mi presencia.

No hablo de morir, hablo de partir y eso haré apenas dé el examen de título, me perderé en algunos callejones santiaguinos con mi libreta y mi lápiz, caminaré por parques, volveré al mar, guardaré silencio, dejaré la vida de otros, para ver si por lo menos así, se calma esta dolorosa y eterna sensación de perder el tiempo, de dañar mi cuerpo, de una existencia inútil.

Quiero que llegue pronto el momento de partir, quiero que la soledad se manifieste completamente y no haya espectadores de mi caída como lo son ahora con sus juicios e intenciones de arreglarme la vida obligando a otros a participar de ella.

Me cansé y no tengo fuerzas para levantarme.

Me voy...

lunes, 22 de noviembre de 2010

Sin término

Casi incomprensibles se vuelven las lágrimas en esta época,
trato de encontrarles significado y parecieran tener una génesis perdida,
porque no hay nada concreto que me haga daño,
no hay un hecho que me tenga con esa pena infame,
son fruto de esa mezcla extraña de terminar y no querer que suceda,
quizá es sentir que los ciclos se cierran y que no estoy preparada para seguir,
es combatir con lo poco que queda de mí y no decaer,
es mirar rostros y saber que ya son agenos a mi vida,
es optar por partir, porque mi vida acá ya no tiene sentido.


Los fines de año cargan con esa absurda sensación de sacar cuentas,
ponerse de testigo de la propia vida
para ver si han llegado las respuestas que se buscaron durante el año
y yo como de costumbre no he conseguido eso,
no he conseguido nada nuevo.


Odio verme en el mismo lugar en el que comencé este año,
con los miedos mas arraigados
y con la soledad mas latente.
Me entristece sentir que los apegos han desaparecido
y que no tengo manos a las que aferrarme.


Este año además he dejado a muchos en el camino,
he cerrado ciclos,
he desechado amistades,
he construido otras,
he matado ilusiones y me he caído congelada
y hoy las malas noticias golpean nuestra puerta.

Buen viaje Papy!

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Qué andarás haciendo ahora?


Hoy detesto el poder perdonarte,
porque me pregunto ¿qué será de tu vida?
¿cómo irán tus planes?
te he nombrado,
te he recordado.

Te he traido desde la primera vez que nos vimos,
las primeras palabras,
el primer beso y mi segura decisión de traerte a mi vida,
recordé como enloquecíamos en el verano,
despojándonos de la ropa, bebiendo y drogándonos,
la primera vez que hicimos el amor
y como nuestros cuerpos se conjugaron por mucho tiempo.

Pasé cerca de tu casa y me sonreí,
volví a pensar en cuantas veces caminé esas calles
para llegar a acurrucarme a tu lado,
para tendernos en la cama escuchando un poco de música,
esa que te hacía sentir único y de la que te vanagloriabas,
mientras yo insistía con oír un poco de trova para explicar
la intangible situación de nuestro amor.


Vino también a mi esa sensación de dolor cuando no te tenía a mi lado,
cuando no me estrechabas entre tus brazos y me calmabas con un te amo.

Vino a mí la calma de la mirada cuando nos encontrábamos,
la paz del beso y el te amo nacido de las entrañas,
el frío de las manos cuando no estaban entrelazadas a las tuyas.

Hoy detesto el poder recordarte sanamente,
porque no sé si esto vaya a pasar
o simplemenete esté evocándote para traerte denuevo conmigo.

Soy consciente de tu camino, de tu reconstrucción
y de como has forjado el hoy
dejando atrás las perturbaciones que nos alejaron,
en las que nos arrojamos lejos el uno del otro.

Sé que eres feliz y eso me calma,
ojalá supieras que el perdón ha llegado
y que puse punto final al dolor para recordar,
te recuerdo, te tengo, te atesoro, te dejo ir,
haz lo mismo conmigo,
no vuelvas ni dejes huellas,
lo exijo,
lo pido desde mi sano perdón y mis amorosos recuerdos,
aunque sigo preguntándome
¿qué andarás haciendo ahora?

sábado, 30 de octubre de 2010

¿Me quedo con las ganas?


Cada atardecer es el momento más burócrata del dolor,
ese dolor iluso que converge con la piel,
que se instala junto a la líbido
parafraseando nombres, inventando pieles,
solapando deseos, calmando la exitación.


Un dolor solitario que no tiene cuna,
con un sabor nuevo cada día
que se calma en la ducha,
o en los ritos culposos de autosatisfacción,
que no logra morir, solo aumentar.


La sensación dolorosa de la soledad
ya no tiene fundamentos en la falta de otro,
en la búsqueda de un compañero,
en mantener viva la ilusión,
en creer en los finales felices.


El dolor hoy se aposenta en la animalidad,
es el cuerpo el que reclama,
son las sábanas las peores testigos,
son los sueños rememorando cada encuentro,
es el despertar con el sabor en los labios.


La culposa sensación de ganas en el cuerpo femenino,
educado para tener sexo solo cuando hay amor,
que hay que respetarlo porque seremos madres,
porque debemos entregarnos solo cuando el hombre vale la pena.


¿Y si ninguno vale la pena?
¿Me quedo con el dildo de compañero?


Mientras me voy a la ducha,
a calmar mis dudas y mi cuerpo,
afirmando que me criaron para hacerlo con amor,
pero no para morir con las ganas.

jueves, 28 de octubre de 2010

LLuviosa primavera


Y llegó la lluvia en la primavera

la peor mezcla para mi animosidad.

Esa que se retuerce en la cama

cuando las flores traen consigo

ese sabor a soledad perpetua

y cuando la húmeda lluvia

me deja encerrada en casa.


Los días pasan rápidos

y las sensaciones varian,

el reiki apacigua mis dolores físicos

pero aparejado a eso

el espíritu se desnuda

y sale a flote lo mas doloroso.


Me cansan los términos de años,

me duele la soledad,

me paralizan las responsabilidades

y se acerca el seguir adelante

terminar los proyectos

y emprender los nuevos.


Me siento como una pendeja

cagada de miedo por el tiempo que apremia,

temiendo por cada sensación desconocida,

amando sin nombre,

deseando con locura,

evocando besos y caricias,

creciendo y envejeciendo,

armando proyectos,

pensando demasiado.

(y puras huevadas como cada día de primavera lluvioso)

domingo, 24 de octubre de 2010

Una mañana más de levantarse con esa sensación, una mezcla deliciosa del placer de la libertad y el aprendizaje con el derrotismo crónico y confuso que se apodera del cuerpo gélido con huellas imbrorrables.

Es darle existencia a cada una de las actitudes limitantes frente a otros, a esa pared...

jueves, 21 de octubre de 2010

Envidiosa soy

Hoy en la micro vi una mujer,
la vi pasar y quedarse en medio conversando con otra,
vi pasar a dos hombres
y volverse locos mirándola.

Hoy vi la envidia apoderarse de mi,
cuando esa mujer provocó
lo que yo nunca he podido y nunca podré

domingo, 17 de octubre de 2010

Espera...


Ya le cogí el gusto a la espera,
que tediosa y placentera se ha convertido esta tarea,
experiencia virginal diaria de autoreconocimiento,
de búsqueda y constancia,
de reconstrucción.
He oído las peores palabras y me han dejado
mordiendo cemento,
pasé del amor comprometido, idealizado,
un amor de admiración, de lucha e ideales,
a ese mismo amor
perdido en las sábanas de una mujer,
otrora amiga, con vientre fecundo
y crío de resultado.
Y ahí vino la pregunta
¿qué mierda pasó con eso?
¿cómo han caído tan bajo?
¿por dónde se metieron mi nombre y existencia?
Se cerró el capítulo con una lastima extrema,
de ver dos historias marcadas para siempre
por la irresponsabilidad y el afán lujurioso
de conservar la imagen de irreemplazables
en vez de inolvidables.
Pasé por otra historia , una que me dio
placeres, alegrías, gratos momentos,
confiabilidad, complicidad, compañía,
ilusión, libertad, pertenencia;
lo que desapareció como el humo de los miles de manjares
fumados a escondidas,
se escapó en gritos, mentiras, silencios,
heridas, egoísmo,
se esfumó en enfermedad,
en la palabra cáncer
y el útero resistente y negativo,
en un cuerpo muerto,
y un placer mutilado.
Y ahí vino la pregunta
¿cómo mierda nos pasó eso?
¿fue necesario tanto dolor?
¿el amor lo dejamos en la cama qué
sin ella no pudimos revitalizar?
Se cerró el capítulo con temor,
con derrotismo y angustia,
con una sensación de libertad culpable
y con la inseguridad de volver,
de renacer, de amar.
Y corrí por amores fugaces,
me hice amante de placeres banales,
carnales y básicos.
Pose mis ojos y mi corazón
en un amor sin concretar,
me entregué a la sanidad de un cariño
que cuide y respeté como una ilusa,
y oí esas palabras que me descolocaron,
esa opción por otra vida
en la que yo y cualquier otra no tenemos cabida,
en la que me sacaron del mapa
sin poder chistar,
en la que repudiaron mi feminidad,
en la que me escupieron en la cara
que lo que considero atrayente y placentero,
no sirve de nada.
Y ahí vino la pregunta
¿dónde tenía la cabeza?
¿cómo no me di cuenta?
¿esto es una broma?
Y cerré el capítulo,
sin saber muy bien que pensar sobre él,
se cerró todo con la lejanía autoimpuesta,
con el hacerme un lado,
con un adios.
Y así se arma esta historia de espera,
con miles de entretelones de por medio,
con arrancadas, amores fugaces, placeres cotidianos,
hombres sin nombre,
calles, plazas, lugares con carteles luminosos,
soledades, alcohol, hierba, cigarro,
quizá un poco de todo y a la vez de nada.

La consigna hoy,
después de levantar lo poco que queda de autoestima,
de recoger los trozos de dignidad,
de cerrar capítulos,
es cogerle el gusto a la espera,
disfrutar la llegada de cada personaje a mi vida,
gozar la experiencia vívida de los coqueteos,
renacer desde el dolor,
creer que puedo dejar de preguntar
creer en la reciprocidad
y saber a ciencia cierta que soy capaz.
Capaz de sentir,
aunque haya que esperar.
La espera hoy tiene gusto a gloria,
me cansé de las derrotas.

jueves, 14 de octubre de 2010

La mujer

La mujer está perdida,
se durmió en una cama en donde solapada paso sobre ella el amor
y no alcanzó a despertar.
La mujer murió y no ha podido revivir,
no hay cuerpos, pieles, besos.
La mujer busca respuestas, se intranquiliza,
se desespera, se pierde.
La mujer calla y el silencio la amarra.
La mujer no entiende el por qué,
una y otra vez la consume ese mismo dolor,
ese ardor en el vientre que la mutila.
La mujer no puede sentirse mujer.
La mujer ya no está y no hay quien la encuentre ni la recobre.
La mujer agoniza.
La mujer soy yo.

lunes, 11 de octubre de 2010

Ya era hora




















He vuelto a remover mis sesos estos días, entre reggae, voz, abrazos, sonrisas, he regresado y me he visto feliz.

Me he visto reir a carcajadas, mover las pestañas, coquetear, tocar mi cuello, hablar sinceridades.

He dejado de desear con locura un cigarro o una buena dosis de alcohol.

He recobrado esa sensación sensual y sexual de sentirme atrayente.

Me he decidido a decir la verdad y he dado plazo final a esto que me traspasa y que deja en vela.

He soltado la lengua, y he sacado mis ropajes.

Me cansé de mi torpeza, de mi lentitud.

He decidido seguir mi camino.

Volví.

Ya era hora.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Paseo

Y me fui a la mierda.
A dar un paseo a ese mar que me encanta y que me contiene.
Me perdí en mis lágrimas cada vez mas ausentes y me mortifiqué por mi inestabilidad.
Oí esas canciones que me retuercen el vientre y me llenan la boca de saliva.
Mis dedos danzarines vuelven a teclear desde el dolor.
Me fui a la mierda, con mi mierda interna.
Me fui escapando de una cama solitaria, con sábanas sin impronta, sin aroma, sin sensaciones.
Y yazgo en la arena, sin sabor a manzanas, sin cabello al viento, solo ahí, sola ahí.
Este paseo no me gusta.
Pero no sé como regresar.
Removí un poco dentro de la mochila y encontré cosas que creí perdidas, vacié mi mochila y recién ahí caí en cuenta de que me acostumbré al peso.
Me largo de la mierda, me largo de mi propia vida.

martes, 5 de octubre de 2010

¿Qué esperas para ser feliz?

Los procesos avanzan más rápido de lo que soy capaz de entender.
Mi Alma se encamina en la reconstrucción, en su trascender.
Mi cuerpo se manifiesta tranquilo, se siente bien, se reconoce.
Mis centros se energizan armónicamente.
Pero mi razón me dice al oído
¿Qué esperas para ser feliz?
Y entre el deseo de comer, fumar o beber le respondo
"Quiero un compañero, y lo quiero pronto"
Quizá no es el momento, no ha llegado el indicado,
no he puesto bien los ojos, simplemente no hay tal hombre.
Los procesos van bien, las respuestas aparecen,
el rencor queda atrás y los ciclos se cierran.
Pero la soledad sigue allí
ahuyentando hasta mis sábanas,
secando mis fluidos,
carcomiendo mi pasión,
dejándome en silencio,
hundiendo mis sentidos,
haciéndome desaparecer,
matándome, cansándome, agotándome, quemándome,
mutilándome, limitándome.
Sigo aquí, con motivos para ser feliz,
pero no siéndolo.

domingo, 3 de octubre de 2010

¿?

¿Lo hago o no lo hago?
¿lo digo o no lo digo?
¿me lanzo o no me lanzo?
¿me voy o no me voy?
¿atino o no atino?
¿voy o no voy?
¿sigo o no sigo?
¿escribo o no escribo?

Mejor que no!

Tonta, lesa

Puedo decir con total libertad

que hablo de más

y no digo lo que realmente importa.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ahora!

Soy la misma y he crecido.
Los que se opongan, váyanse a la mierda

jueves, 23 de septiembre de 2010

R U T I N A R I A


¿Por qué siempre es igual?
Lo mismo por años, lo mismo.
Sufro por años y por lo misma razón ,
disfruto de ese dolor.
Reviso la vida de la misma persona hace años,
sigue doliéndome dicha vida.
Reacciono cada primavera de la misma manera,
cada vez entiendo menos mi animosidad.
Me comporto cada vez mas extraña,
eso es igual de rutinario.
Me da la misma enfermedad cada año,
sucede aunque me abstenga.
Me gustan el mismo tipo de hombre,
y no son los mejores.

Añoro los abrazos de las mismas personas,
aunque ya no puedo exigirlos.
Visto de accesorios y colores,
quisiera un poco de oscuridad.
Soy discreta, hocicona, hiperventilada,
ya no hay quien lo entienda.
Sufro de insomnio,
mi vieja dice que no paro de dormir.
Hago lo mismo cada año, me retuerzo, me canso, me desespero, me lanzo, me reconstruyo.
Me siento igual cada año, dolida, sola, incomprendida, herida, utilizada.
Creo lo mismo cada año, nadie me quiere de verdad, nadie me entiende, todos me juzgan.
Considero lo mismo todos los años, dejar mis círculos, estudiar algo nuevo, pedir perdón, decir la verdad.
Recurro a lo mismo todos los años, buscar a los perdidos, salir e intoxicarme, hundirme en la almohada, atracón y vómito.
Pienso lo mismo cada año, voy a cambiar, saldré de esta rutinaria sensación, decidiré ser feliz y sentirme bien.
Pasa lo mismo todos los años, ¡puras promesas!




martes, 21 de septiembre de 2010

TengoQuiero



PiesParques
BrazosPiel
EspaldaSexo
CansancioSobrinos
InsomnioSueño
SoledadAmor
AscoCalle
MiedoAbrazos
GritosSilencio
DiscucionesVómito
GrasaHueso
ObligacionesEspacio
EstudioTrabajo
PenaRisa
CompañíaAmigos
FeDios
ReveldíaRevolución
PreguntasPaz
DesordenArmonía
PalabrasOídos
LágrimasHombros
ColonReiki
DestrucciónReencantarme
FamiliaPerpetuar
NadaCasa
CementoMar
PrimaveraViento
RopaDesnudez
CalzadoPies
AvanzarRetroceder
DecadenciaEstabilidad
AmarrasArrancar
DolorSonreir

lunes, 20 de septiembre de 2010

Perdí...

He perdido la capacidad de diálogo.

Y he ganado una cuota basta de indiferencia, ironía, negatividad, soledad, asco.

Consigo el desaire de muchos, la irremediable sensación de estorbar, de ser parte de ese número de personas que no le importan a nadie porque no le aportan a nadie.

He abusado del alcohol y la comida por largo tiempo y ahora no puedo realizar un mínimo exceso, perdí mi aguante, mi animosidad.

Perdí mi paciencia y perdí ls ganas de continuar...

domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Ustedes!


Un día de tediosa rutina hogareña decidí viajar a Graneros, ya saben de mis bajones pre primaverales, en los que me pongo una nostálgica, y mi mal humor se acrecienta cuando las paredes me tienen de prisionera, así que me largué y en ese viaje esto fue lo que sucedió:


Llegué a casa con un sabor extraño, entre dolor, placer, miedo, nostalgia, amor.


Sentí que la vida es grandiosa y fructífera y que conseguí una de las mejores cosas: haberles conocido.


Cuando el tren fue avanzando entre San Francisco y Graneros se me apretó el corazón y apenas puse mis pies en "esa estación de tren" se me pasaron muchas imágenes por la cabeza, recordé cada aroma, cada sonido, cada textura y cada sabor que los caracteriza.


Caminé a la U y se me revolvió el estómago, el recorrido se me hizo eterno y nuevo, fue como el primer día, llena de vergüenza, de miedo, de frustración.


Llegué a la U y me emocioné como niña al verle las caras, al escuchar sus voces, al verte bailar y seguir haciendo el mismo comentario de que parecemos tus mamás viendo al hijo en el acto del colegio.


En esa conversación tiradas en el pasto, tomándonos una chela, fumándonos un cigarro caímos en cuenta que no nos queda nada, que quizá tengamos 3 o 4 meses más juntas y se acabará toda esta historia para dar comienzo a otra.


Allí morí, en esa simple idea me fui a la mierda y se me vinieron encima los recuerdos, los anhelos, la amistad que tenemos y el amor que nació de esta.


Los amo como no pensé hacerlo, cuando llegué con mi cara de odio jamás imaginé que los encontraría y menos aún que se harían tan necesarios para mi vida, que los admiraría y que daría parte de mi tiempo para ustedes.


Se han vuelto parte de las personas a las que mas amo y por quienes daría mi vida, mi libertad, mis ideas, mis líneas (y saben que soy una egoísta), han estado ahí conmigo en mis peores momentos y eso lo agradezco cada día que vuelve la pena a rondarme, me han levantado de la mierda, han secado mis lágrimas, me han salvado de muchas.


Me he vuelto parte de sus vidas, muchas veces a la fuerza con mi intencionalidad y salamería, con mis bromas y estupideces crónicas, con mi mal humor, con mis provocaciones, intrépida y miedosa, agresiva y pendeja, con todo lo que soy y que solo ustedes conocen.


Han pasado años en los que hemos crecido, en los que hemos hecho de todo (pero de todo todo) nos lanzamos a la vida tomados de la mano y seguimos así aunque mas distanciados, eso duele, la vida normal y natural para muchos a mi me duele, quisiera perpetuarlos porque me revitalizan, como el último día todos juntos en nuestra casa Granerina, entre el vino, el mate, la guitarra, las planificaciones, las discuciones, las canciones, pero todos juntos, simplemente así, juntos.



Quiero sentir que con el término de la U esto no se acaba, pero no creo en las promesas, he hecho muchas y las he roto, me han hecho muchas y no me han cumplido, quisiera pensar que pasaran los años y podremos reunirnos quizá de ves en cuando, que nuestras vidas seguirán unidas, que tendremos esas juntas solos para ponernos al día, para tomar helado de piña, para cantar trova, para arreglar el mundo, para escucharnos y reír, para burlarnos unos de otros, para contarnos historias repetidas una y otra vez.


Me quedo con el sabor de estos 5 años de todo lo que me han dado y de todo lo que dado, de lo que hemos vivido, y de ese Graneros que nos albergó con su aroma a café, con sus mujeres embarazadas y sus hombres viciosos.


Han pasados los años y ya no somos los mismos, en unos meses la vida inevitablemente nos dividirá y nos tendrá a cada uno armando su historia de aquí para delante, cumpliendo metas, viviendo y avanzando, pero tendremos cada uno de nosotros grabados en nuestra mente y corazón la existencia de otros, eso lo sé, quizá por eso los amo tanto, porque sé con exactitud cuanto nos interesamos.


Pasarán los años y seguirán aquí, porque no tengo palabras para describir la importancia que tienen para mi, o cuanto los extraño, o cuanto detesto recordar lo mal que la hemos pasado o cuanto disfruto recordar cada buen momento que tuvimos.


Así entre cuecas con el Mario (porque ya dejó de tener segundo nombre), bandas emergentes, personajes, abrazos, despedidas, me vine de regreso, tomé el tren y como siempre me pasa alguna anécdota tuve que mostrar un boleto escrito porque la boletera (otrora chancha) me lo marcó mal en la ida, nos sentamos, conversamos, miramos el paisaje, regresamos.


Y llegué a casa con un sabor extraño, entre dolor, placer, miedo, nostalgia, amor...


Así llegué a casa, con sensación de pérdida, con miedo a crecer, con ganas de paralizar todo y seguir a su lado, así me subí al tren, sumergida en los recuerdos y en ustedes, hacía mucho tiempo que nos los traía a mi vida y menos a los 5 juntos.

Recordé sus nombres Leslie, Aloys, Mario, Javiera y Marina

y pude concluir que


¡SIMPLEMENTE LOS AMO!

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cansancio y dolor


El cansancio se ha tomado mi vida y se ha depositado en mi cama.

Cansada de sonreirle al mundo y fingir que mi vida va del todo bien.

Cansada de los reclamos constantes, del no poder ser lo que otros quieren, ni la hija que pensaron, ni la hermana que se la puede con todo, ni la amiga que no se equivoca o la que está siempre ahí.

Cansada de las estructuras y de no calzar con ninguna, de no poder acomodarme a nada ni a nadie.

Cansada de los años que se agolpan y me enrostran que la vida se me va, que la U se acaba, que hemos cambiado.

Cansada de mis inconsistencias, mis miedos, mis silencios, de mi cobardía, mi falta de voluntad, de mis trancas, en fin, cansada de mi.

Cansada de la micro y las personas con caras agrias, de los empujones en el metro por conseguir un asiento, de la intolerancia y el mal humor.

Cansada de prender el televisor y ver pura mierda, de ver noticias que no son noticias, de escuchar populistas y personas imbéciles que creen en ellos.

Cansada de los PACOS (policías a contrata) y su maldita represión, de su extrema violencia y de un gobierno que avala todos sus actos.

Cansada de ver que no respetan nuestras raíces y nuestros hermanos mapuches deben poner en riesgo su vida para que se den cuenta del error que cometen al eliminar nuestra verdadera historia.

Cansada de las peleas absurdas a mi alrededor, sin motivos, sin diálogo.

Cansada de tener que dar explicaciones por lo que creo, por lo que siento, por lo que he dicho, por mis aciertos y errores.

Me canso constantemente y se me pasa igual de rápido, pero hoy el cansancio se ha vuelto crónico y hasta duele.

Me duele la ironía y la indiferencia.

Me duele el silencio y las palabras al viento.

Me duele el no tomar la iniciativa.

Me duele terminar la U, dejar los pastos, los carretes, los amigos, la juventud.

Me duele crecer y me canso de las cosas y situaciones de adultos.

¡No hay vuelta!

martes, 7 de septiembre de 2010

¡Te perdono, me perdono!


Hoy he pensado en el perdón.

He intentado repetir en silencio sintiendo con el corazón que soy capaz de perdonar a otro y seguir adelante, sabiendo que cada uno es dueño de sus propios errores y que debemos perdonarnos por hacer daño a otros.

Cerré mis ojos he invoqué tu nombre, pensé en todo lo mal que lo pasé, en el dolor físico intenso que sentí por meses y que aún siento; pensé en las miles de lágrimas que derramé tratando de hacerte entender que mi cuerpo no respondía, pensé en mis silencios y los besos y caricias obligadas, pensé en tu egoísmo pretendiendo seguir con la vida como si nada hubiese sucedido. Pensé en cada noche y cada amanecer juntos y en lo doloroso que se convirtió todo eso.

Pero esta vez fue diferente, pensé en todo eso repitiéndome una y otra vez ¡te perdono! y sentí como nunca una paz irreproducible.

Fui capaz de perdonarme a mi misma por tener y sentir tanto rencor, y dejé que pasara el tiempo limpiando mi corazón de ese miedo a seguir adelante y creo que lo conseguí, aunque es una lucha diaria y un aprender a vivir con mi historia, fui capaz de hacerlo.

Pensando en el perdón fui capaz de pedir a una persona a la que dañé que me perdonara y que viera en mi, la incapacidad de dar mi brazo a torcer, que comprendiera mi tozudez y mi falta de tino.

Pensé en el perdón, en lo difícil que se vuelve darle existencia a este, en este vaivén de días, de ires y venires de situaciones, personas, sensaciones, dificultades, miedos, orgullos.

Soy capaz de perdonar, así me siento hoy, soy capaz de pedirle a los que he dañado que me perdonen.

Amo la existencia de esta posibilidad en mi vida y de haberla visto a tiempo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Mentiras


Miento


Miento cuando digo que haré dieta, que mediré mi ansiedad, que dejaré los atracones y las vomitonas nocturnas.


Miento cuando digo que dejaré el cigarro, pasan los días y no doy cuenta cuando el olor a nicotina se quema entre mis dedos, o cuando muero de dolor de garganta.


Miento cuando digo que haré la tesis y no me la puedo ni con un mísero libro para el marco teórico.


Miento cuando dije que tomaría la iniciativa, diría un par de verdades y reconocería lo que me sucede hace un buen rato.


Miento cuando me propongo resolver los problemas que he causado, cuando digo que daré mis disculpas, que asumiré que la he cagado, que he hecho daño, que destruí amistades.


Miento cuando digo que estoy del todo bien, cuando asiento y tengo discursos sobre la vida y la belleza de esta.


Miento cuando sonrío y tomo esa actitud de la que todos se admiran, esa que lucha, que se alegra, que se esperanza.


Miento con mis silencios y con mis palabras inconsecuentes.


Miento en los pocos abrazos y los besos esquivos que reparto, con las miradas solapadas y la indiferencia.


Miento, quizá todo esto sea una mentira...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Es posible


¡Ayyyy, se volvió real!


No creí en la posibilidad de realizar mis sueños prontamente, menos pensé que sería tan fácil, que alguien tendría una propuesta y otro alguien me recomendara para aquello.

¿ Y si se hace realidad?

No he dejado de pensar en eso, en hacer las maletas y largarme lejos a ejercer la pedagogía.


En largas despedidas y años lejos de la ciudad, pensar en campo, mar, bosque, viento, sur, sur y más sur.


Con la naturaleza de vecina y con una de las mejores mujeres que he conocido de compañera, con miles de nuevos nombres, de calles, de personas, de sitios.


Con la vida en mis manos, como siempre lo he deseado.


Dueña de mis tiempos, de mi soledad, de mi trabajo.


Dueña de mi futuro, de mis días, dueña de viajar, de recomenzar, de enseñar a otros el valor de la vida y la esperanza, el valor de la justicia y el de la libertad.

No he dejado de imaginar mis días lejos, una nueva vida, increíble como la he soñado y real como se ve hoy.

¡Qué se cumpla, qué se cumpla!

Cruzo dedos, pongo santos de cabeza, rezo, prendo inciensos, escribo, pienso, añoro.

¡Que mis sueños se cumplan!

HOY ES POSIBLE

miércoles, 25 de agosto de 2010

De viaje


Me largo.

El mar cercano canta a mis oídos una bella melodía que me hace dormir, me invita a relajarme, a respirar profundo, a desnudarme y dejar atrás la negativa actitud que me llevó corriendo hacia él.

Me duermo en la arena con el sol apoderándose de mi cuerpo, de cada curva, hueco, escondrijo, el sol hace erizar cada poro y contraerse mi vientre.

El viento llega a despertarme revoloteando mi cabello, subiendo mis vestidos, haciendo sonreír mi rostro y mi espíritu.

Doy un paseo a pie descalzo escuchando a Manuel hablándome de besos que sangran.

Avanzo, y sigo solitaria en esa arena caliente, a veces algunos se escabullen por los roqueríos pero al dar una segunda mirada ya han desaparecido.

La playa es enorme, de cuando en cuando Baltazar aparece corriendo con su chasca inigualable y sus largas orejas, corre hacia el mar y se devuelve, lo llamo y se va lejos.

Me tiendo nuevamente, me someto al hermano viento del atardecer, que a veces congela más de lo deseado.

Tomo un chaleco y lo pongo sobre mis hombros.

No me había percatado que llevaba un bolso, lo abro, tengo un mate y un termo.

Me preparo un mate dulce, lo sorbo y mi cuerpo se revitaliza.

Calzo mis alpargatas y sigo mi rumbo, de tanto caminar veo un atisbo de cemento, aunque no quiero hacerlo, continúo.

Giro en una esquina y yazgo en la ciudad, llena de personas, preguntándome cosas, acosándome, disponiendo de mi tiempo, jugando con lo que siento.

Personas que no me conocen y dicen hacerlo, personas que no quiero ver, personas que se rien con mis bromas y siguen haciéndolo con mi dolor.

Entre el tumulto, reconozco una mirada, un aroma, una voz, una carcajada y descubro cual es mi rumbo, lo sigo y el mar resuena en mi recuerdo, límpido, sublime, placentero.

El mar sigue ahí, en esa mirada, en esas ideas, en esa persona.

Volveré, cuando sea necesario.

Regresaré cada vez que esa mirada se tope con la mía.

domingo, 22 de agosto de 2010

Quizá

Quizá la cobardía ha sido mi compañera,
o la falta de severidad con mis sentimientos,
el miedo al rechazo,
las vacilaciones y titubeos constantes,
las palabras inapropiadas,
el clima oscuro y frío,
las largas horas interpretando gestos.
Quizá no deba arriesgar,
deba callar,
deba arrancar,
deba seguir mi camino
y hacerme un lado.
Quizá la sentencia sea la inesperada,
las respuestas sean favorables,
las sonrisas se entremezclen,
las palabras sean innecesarias.
Quizá el tiempo me juegue en contra,
o la soledad me deje una vez más a ciegas,
venga el futuro a golpear mi puerta
y yo siga atada de manos pensando en lo que "quizá" pudo ser.
Quizá sea prudente hablar, es hora.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Viejo lindo


Pasan los años,

envejece tu rostro,

tu pelo cano comienza a igualarte a tu padre,

tu sonrisa sigue intacta,

y tu lucha cansa tu cuerpo.


Nuestros pasos siguen unidos,

como cuando nací y mi madre dice que me tomaste con una sola mano,

como cuando competíamos corriendo,

o como cuando paseábamos para llegar a la casa de la mamita.


Mis ideas pasan por ti cada vez que decaigo,

y mis miedos los aplaco en cada abrazo.

Eres digno de mi admiración,

de mis orgullos, de mis ejemplos.

Eres a quien quiero hacer feliz y

con quien quiero compartir mis sueños.


Eres genial querido mío,

loco, bailarín, paciente, voluntarioso,

inteligente, leal, único, emprendedor,

eres mi viejo,

el Papo,

el Tata ,

el gordo bello,

el guatón cachipurri

y el grandioso Luis Muñoz.

TE AMO

viernes, 13 de agosto de 2010

D I O S


¡Dios!

¿Dónde estás?

Te llamo, te grito, te ruego.

Aparécete.

No me dejes así, con un estómago retorciéndose del dolor por la ausencia, con el llanto ensordecedor en cada noche.

¡Dios!

Óyeme, aquí estoy, atenta, entregada, débil, destruida.

¿Dónde te metiste?

¿En qué momento dejamos de mirarnos?

Regresa pronto, que mi vida se desmorona por más que intento ponerme de pie.

Mi garganta no da más, te grito, te busco, te persigo y no estás.

¿Y si no es real tu existencia?

¿Y si es cierto lo que dicen de la debilidad del que cree?

¡No!
No quiero dejar de hacerlo, no quiero dejar de creer, no quiero dejar de luchar
pero necesito que me levantes, que me escuches, que te acerques.

Estoy donde siempre, tengo el mismo rostro y los mismos miedos.

Necesito la misma calma, el mismo refugio y no estás.

¡Por la mierda Dios, vuelve!

lunes, 9 de agosto de 2010

Aferrada


"Podría morir en este instante"

He oído muchas veces esa frase, me remueve la piel y me eriza los pelos, esa grandiosa sensación de felicidad desbordante que estalla dentro del pecho y que recorre centímetro a centímetro de nuestro cuerpo, como el primer beso, como el primer roce, como el primer te amo.

He sentido el estómago retorcerse, los ojos humedecerse, las manos sudar, la sonrisa intacta, he tenido la mirada perdida en otra, he corrido para sentir un cálido abrazo, me he acurrucado en bellos pliegues y me he sonrojado con agudas palabras y he caído en cuenta de que el gozo me traspasa, me libera, me esperanza.

Me aferro a la vida, aunque podría morir en este instante, me aferro a las sonrisas, esas que calan en mi corazón y mis recuerdos.
Sonrisas, algunas pequeñas, sumisas, complicadas, otras gigantes, con dientes de sobra, con bigote, barba, con comida, con dientes ínfimos, sonrisas sin dientes. Simplemente sonrisas.

Me aferro a los abrazos, esos que me calman cuando quiero escapar, esos que me logran hacer callar y que me contienen en mis desesperados intentos por sobrellevar mis días, abrazos pequeños colgando de mi cuello, abrazos abasalladores que me hacen desaparecer, a los abrazos de mi padre, aunque con los años se han vuelto esquivos, a los de mi madre en los que ella se acurruca en mí, a los abrazos sinceros, llorados, sonreídos, apretados, a la distancia, perdidos, a los abrazos en la oscuridad húmeda y a esos en pleno calor con los cuerpos sudados.

Me aferro a los pasos en compañía en las tardes soleadas por los parques, pasos eternos a media noche después de unos tragos, pasos a pie descalzo por la orilla del mar a solas, solo contemplando y sintiendo la brisa en mi rostro, me aferro a los pasos metafóricos de la mano con otros, avanzando procesos, sorteando etapas, destruyendo murallas; a esos pasos que me llevan lejos, muy lejos. Pasos para escapar del dolor, de la soledad, pasos y más pasos.

Me aferro a mis palabras, a mis letras, a mi música, a todo lo que hago mío para trascender, para perpetuarme, para quedarme en algún lugar, me aferro a todo aquello que puedo hacer mío en silencio.

Me aferro al silencio, ese del que escapo, pero a ese que recurro cuando mis palabras se agotan y cuando mi voz no tiene sentido, me aferro al ruido del aire, de la naturaleza, de la calle, de los otros, que se entromete por mis oídos para crear cuadros en mi imaginación.

Me aferro al día a día con su tortuosa monotonía, con su ir y venir de vidas a mi alrededor, de miradas tristes y agotadas, de gritos, empujones, tristezas solapadas, alegrías encubiertas.

Me aferro a mis lágrimas, una a una callendo por mi mejilla, rodeando mi rostro para caer en mis labios, me aferro a mi dolor, ese que transgrede la idea de ser feliz, pero que me encanta, me moviliza, me da sentido.

Me aferro y me desligo. Hoy podría morir aferrada a mis lágrimas, inventando lugares, corriendo lejos con mi imaginación y sabiendo que hay un sitio donde puedo ser feliz...

miércoles, 28 de julio de 2010

Mala conjugación


Hablar tonteras recurrentes se convierte en un placer culpable, cuando le temo a decir cosas serias, a tratar con la verdad, con la densidad necesaria.

Veo tonteras en la televisión en vez de leer libros, he dejado mi intelectualidad de lado porque temo, porque no quiero sentirme llamativa, porque quiero pasar desapercibida, dejar de tener opinión.

Como como loca, no puedo hacer dieta y hasta he pensado que no quiero verme linda, me duelen los comentarios, las indirectas, los gestos, la tontera colectiva, pero no puedo cerrar la boca, porque no quiero que me miren ni que me deseen.

Quiero vestir linda, pero no quiero ser vista, quiero mostrar el escote, pero no que lo miren todos, quiero humedecer mis labios y simular besos ardientes, pero no quiero sentir que miran mi humedad.

Siento la ropa sobre mi piel y me erizo, me apasionan las miradas y los aromas. Recorro con mi imaginación recuerdos y monto cuadros carnales en sitios prohibidos.

A veces dejo la piel y llego al corazón lagrimeo por calles sintiendo que el rencor me invade, que la soledad se perpetúa y que los pasos retroceden.

Pero no quiero miradas, no quiero que me quieran, aún cuando me siento sola, quiero lejanía, quiero ojos cerrados y espacios abiertos. No quiero amor.

No me la puedo con él, no puedo sentir cuerpos cerca, no puedo exitarme y humedecer con otros, no consigo fijar mi mirada en otros ojos, no puedo sonreír y morder mis labios, no puedo mover mi cabello. No puedo

Creo que me dormí y no logro reaccionar. Ya no te espero como dije, porque estás y no es para mi y no esperes nada de mi porque no puedo dártelo. Que mala conjugación y que mal resultado.

martes, 27 de julio de 2010

Ahora ya


Quiero dormir más tiempo, sin tener obligaciones, con la leche caliente a media mañana y con la estupidez colectiva del televisor encendido.

Quiero vacaciones eternas cuando el frío congela hasta las pestañas, cuando las mínimas están sobre mi casa.

Quiero pijama, pantuflas, sábanas, cucharita, frazadas, estufa.

Quiero estar despeinada, con legañas, enterrada en la cama, a pesar de sentir siempre que la vida se pierde y se arranca cuando descansamos.

Quiero ocio ahora ya!

martes, 20 de julio de 2010

Hay...


Hay un hombre en el que pienso,

que no puedo sacarme de la cabeza,

con quien me levanto y me duermo.


Hay un hombre que se persiste a salir de mis pensamientos,

que revolotea en canciones, imágenes, lugares.


Hay un hombre que recurre a mis sueños,

con el que imagino locuras, a quien reconozco,

a quien busco e idealizo.


Hay un hombre deambulando por ahí,

que no me reconoce suya, que no me necesita

ni me ansía.


Hay un hombre que escuchará de mis labios esto

y que tendrá en sus manos la respuesta a todo.

Yo sigo aquí pensándote y añorándote.

Soy paciente, lo he comprobado.


...........................



Quiero tenerte y sentirte,

entregarme al placer de ti,

olvidar mis sentidos

y refugiarme en los tuyos,

quiero pertenecerte

y llevar eternamente tu presencia

quiero quererte, quiero amarte.

sábado, 17 de julio de 2010

Adiós queridos míos...

He llorado en silencio recordando a esas pequeñas caritas llorando por mi partida, me he entristecido por estar lejos al saber que este lunes no vuelvo a verlos y a escuchar un "Buenas tardes tía María José Muñoz Escobar" y verlos reír a escondidas por los que me decían Escoba.

Muero de nostalgia al saber que no tendré abrazos, no tendré reclamos por no dar besos, no habrán excusas por tareas no echas y no habrán colaciones en mis bolsillos, no habrá nadie colgando en mi espalda, ni colándose en la sala de profesores, no tendré llantos en mi delantal, ni abrazos grupales.

¡Cómo he aprendido a amarlos y cuán feliz me han hecho!

jueves, 1 de julio de 2010

Está decido: Ya no te espero


Ya no te espero
llegarás, pero más fuerte,
más violenta la corriente
dibujándose en el suelo
de mi pecho, de mis dedos,
llegarás con mucha muerte


Ya no te espero
ya eché abajo ayer mis puertas
las ventanas bien despiertas
al viento y al aguacero,
a la selva, al sol, al fuego,
llegarás a casa abierta.


Ya no te espero,
ya es el tiempo que fascina,
ya es bendición que camina
a manos del desespero,
ya es bestia de los potreros
saltando a quien la domina.


Ya no te espero,
ya estoy regresando solo,
de los tiempos venideros,
ya he besado cada plomo
con que mato y con que muero,
ya se cuándo, quién y cómo.


Ya no te espero,
ya he liberado a tu patria,
hija de una espera larga,
ya hay un primero de enero
que funda a sus compañeros
con la sed de mi garganta.


Ya no te espero,
porque de esperarte hay odio
en un noche de novios,
en los hábitos del cielo,
en madre de un hijo ciego,
ya soy ángel del demonio.

Ya no te espero

Ya no te espero...

viernes, 25 de junio de 2010

Amé y odié


Volvieron a mi las lágrimas nocturnas con Clementine, Joel y Javiera de compañeros y me invade esa sensación de dolor y miedo que nos mantuvo conversando hasta altas horas, sentí recorrer el miedo por mis poros viendo ojos llenos de iras y golpes a la pared para no darlos contra mi rostro.

Vi manos sudando por la frustración, ojos llorosos y lastimeros, vi hombres a mitad de la calle gritando mierda al que se le atraviese y temí, temí por largos segundos, temí por años y temí anoche.
No pude dormir, no pude soñar y no pude sacar de mi mente los recuerdos invasivos, las imágenes que dejé guardadas hace años en otro lugar.
Fue extraño, fue doloroso, pero principalmente FUE y ame eso, amé el poder escapar a tiempo, amé el tener el valor de aceptar la soledad, amé mi osadía para decir que nada más y amé el presente.

Ya no hay lazos, no hay voluntades impuestas, no hay nada...

Quedó miedo arraigado en mi vientre, quedé impresionada de mi poco amor propio, quedaron las ansias por borrar de mi mente esa historia, pero sin el deseo de repetirla.

Ayer reviví entre mis sábanas el pavor de un amor mal habido y reviví entre lágrimas la esperanza de aquel que no daña y no agrede.

domingo, 20 de junio de 2010

Una vez más...


Una vez más me vi allí sentada en esa fría silla médica, mirando el techo de la consulta, conversando trivialidades con el doctor luego de escuchar una y otra vez que lo que sucedió es complejo y que puede volver, que debo cuidarme, que me salvé por poco, que tuve suerte, etc.

Una vez más sentí que mi cuerpo fue invadido, tuve frío a ratos, tuve miedo y dolor en segundos, tuve esa sensación de volver el tiempo atrás y demorar minutos congelando mi futuro.

Una vez más recorrí mi pasado y mis caídas, me asombré de como pasan los años y como el cuerpo se llena de huellas imborrables.

Una vez más tuve ganas impresionantes de llorar y correr lejos, de desaparecer, de borrar mi memoria y recomenzar, de buscar un abrazo silencioso y de golpear rostros.

Una vez más la ira y el rencor están allí, me observan, me tientan, se apoderan de mi, de mis palabras, de mis miedos.

Una vez más caí en cuenta de que mi vida no será igual, que no hay quien lo comprenda, que los planes a veces se truncan o se esfuman, que en mi mochila está la carga del dolor, ese que se aposenta en mis solitarias noches.

Una vez más, muero en mi cama, renazco en mis esperanzas y retomo mi camino, el dolor no me hará caer y el pasado no escribirá lo que deseo ser.

Una vez más y serán muchas más, una y otra vez, meses, años, y allí estaré, esperando resultados de exámenes, con incertidumbre y esperanza y con una historia nacida y escrita desde el vientre.

Una vez más me lleno de miedo, de pesar, de lágrimas solitarias, de soledad...


martes, 15 de junio de 2010

Debiese


Debiese estar feliz de la vida corriendo por las calles, gritando a los cuatro vientos que la vida me premia y que mi corazón revive.

Debiese tener la osadía de enfrentar lo que siento, de tener las palabras adecuadas para expresarme.

Debiese tomar el tren y partir a tu encuentro.

Debiese dejar de lado el estrés y hacerme unas nuevas terapias de reiki para que mi cuerpo no sufra los efectos de mis estados anímicos.

Debiese terminar lo que comienzo y no sentir que decaigo a mitad del camino.

Debiese explotar en lágrimas y carcajadas, debiese hacerlo muchas mas veces.

Debiese calmar mis ansiedades y angustias con palabras, letras, música, compañía y soledad y dejar la comida, el cigarrillo para otras ocasiones.

Debiese hacer lo que quiero, decir lo que quiero y hacerlo ya.

Debiese partir a tu búsqueda.

Debiese...

lunes, 14 de junio de 2010

Aseguro día a día


Aseguro a diario que los vaivenes emocionales que tanto me gustan están perdiendo su placer, puedo asegurar que de a poco amo la estabilidad y la seguridad, que le temo a las novedades y que me estoy convirtiendo en una incapaz de sobrellevar la espontaneidad y las desestructuras.

Quizá la mayor evidencia de que los años pasan es que busco inconscientemente la tranquilidad y estabilidad de una vida calma, sin excesos, porque ya los tuve, porque ya conocí los extremos, y probé todo lo que quise.

Aseguro además que las oportunidades están al alcance de mi mano, que la vida se encarga de enseñarme que no estoy tan equivocada y que mis espectativas no son tan lejanas.

Aseguro en demasía que la amistad se ha vuelto el motor de mis días, que hay cabida para la confianza, para el amor verdadero, para la aceptación y la compañía, que existen quienes pueden comprenderme y aceptarme como soy, que la convivencia no fue la excusa para determinar finales y que la diferencia en años y en prejuicios no es la limitante para iniciar historias.

Aseguro día a día que mi corazón late, que siento y vivo el amor, que no estaba tan muerta como creí, que la vocación resiste a la guerra diaria y que mi vida toma el rumbo que deseo.

Aseguro día a día que soy feliz, que amo el conflicto, que me rodean las imperfecciones, que soy dispersa para evadir las verdades y que no estoy tan cuerda como creí, simplemente soy quien quiero ser.

martes, 1 de junio de 2010

La piel no aguanta tanto, el corazón vomitivo no descansa
¿Cómo seguir en silencio?
¿Cómo morderme la lengua y sonreirle a esa soledad impertinente?
Lágrimas envolventes cada noche, lágrimas de silencio y lágrimas de un amor en exceso solidario...

domingo, 30 de mayo de 2010

A veces


A veces transito caminos ya recorridos.

A veces tiemblo de frío y calor, tiemblo y lloro, tiemblo y susurro, tiemblo y pierdo.

A veces muero por el solo echo de pensar y recordar.

A veces mis sueños se agolpan.

A veces el tiempo pasa rápido mientras mis manos se detienen añorando una piel lejana, mis ojos se sacuden para evitar evocar esas imágenes que nunca serán.

A veces muero al sentir que los años pasan, los días pasan, la vida pasa y yo entre el ir y venir de mis ánimos no doy cuenta de ello.

A veces muero dejando entrar por mis oídos esas letras que movilizan sueños y placeres, muero en cada acorde y en cada connotación.

A veces muero y revivo al instante, muero con mis interrupciones, con mis silencios y mis vacíos.

A veces muero y no soy consciente, muero y es porque quiero.

A veces, sólo a veces pierdo el sentido.

A veces soy...


miércoles, 26 de mayo de 2010

ASCO


Asco por lo que veo, asco por lo que siento, asco por mi constante ansiedad y mis atracones nocturnos, asco por el sabor del cigarrillo, asco por el mate desbordando de azúcar, asco por el apetito y las miles de golosinas.

Asco cuando como y cuando no lo hago, asco cuando tengo hambre hasta doler y cuando estoy llena hasta desmayarme.

Asco, siento asco, muero de asco, me doy asco, irradio asco y no hago nada.

Asco de estos días bajo presión en el que el asco manda mis sensaciones. Pasen luego que no doy más. Asco del tiempo que corre más rápido que yo

domingo, 23 de mayo de 2010

¡Hola soy yo, solo llamaba, porque estos lunes siempre me matan!

miércoles, 19 de mayo de 2010

HOY TENGO ESA SENSACIÓN DE MORIR DE A POCO...
MI CORAZÓN NO AGUANTA LOS SILENCIOS Y MIS MANOS
NO CONCUERDAN CON MIS PENSAMIENTOS.
HOY AGONIZAN MIS ESPERANZAS.
HOY DEJE DE CREER.

lunes, 17 de mayo de 2010

Atropeyo




Cargo con un disfraz que me pesa, mi piel, mi cuerpo y mi auto estima ponen en juego la armonía que pretendo elevar.

Alzo mis sonrisas, muero por dentro, escucho animosidad de los que admiran mis curvas y me destruyo cada vez que el espejo se dedica a golpearme en la cara, caigo en la rutina de odiarme y amarme a la vez.

Amo mis vaivenes, mis crisis vomitivas, mis desmayos sobre la comida, mis centenares de imprudencias y mi inseguridad que cansa a los que me rodean pero me permite vivir en el conflicto constante.

Corro y arranco de mi cuerpo, de los cambios, de las imperfecciones, del tiempo, de la sed por mejorar y de mi incapacidad por hacer algo.

Atropeyo mis días y mis años, atropeyo mis sueños por ser lo que deseo, atropeyo mis ideales hundiéndome en la superficialidad.

Mejor me largo a correr o a vomitar, a cocerme la boca, a sonreirle al sobre peso, a amarme con mis imperfecciones, a disfrutar de mis cinco minutos.


jueves, 13 de mayo de 2010

Las noches frías


Las noches frías me desvelan, me inyectan de miradas ausentes y de abrazos perdidos. Se han carcomido de a poco esas sensaciones de plenitud, del cuerpo, las entrañas, las expectativas.
He dormido en los sueños de otros, mientras los míos se convierten en películas en blanco y negro, mudas como las de antaño.
Las noches frías me hacen sentir pequeña, ínfima, hundida en mi cama cada vez más gigante y solitaria, me hacen sentir el correr lento de las horas y mi afán de ir corriendo por la vida.
Las noches frías me hacen añorar volver a ser una niña que se entromete en la cama de sus padres o hermanas, me hacen añorar un abrazo duradero, cálido, fiel.
Las noches frías...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Llueve


Llueve en Graneros y estamos encerradas en casa, entre terapia de humor, cigarrillos, secretos y papeles.
Llueve y requiero con urgencia un helado y una compañía para enfriar los pies y calentar el corazón.
Llueve y la cama se hace la mejor compañera, que nos abraza porque el presupuesto no alcanza para una estufa.
Llueve y me encierro con deseos carnales de arrancar a mojar el cabello y el cuerpo, a humedecer la piel y la esperanza, a revitalizarme y renacer, a limpiar la mierda que el calor deja en los cuerpos que se lanzan a los placeres.
Llueve y mi insomnio se apodera de mis pensamientos.
Llueve y yo aquí queriendo luz para correr a aplanar calles con una libreta en mano.
Llueve cuando hay quienes mojan su futuro bajo nylon y casas de emergencia.
Llueve, algunos disfrutan y otros lloran.
Llueve y yo quiero sol para destapar la piel y los secretos, para sacarme los estereotipos y correr desnuda liberándome de lo que me lastima.
Llueve y yo decido amar el agua, amar el frío y amar la oscuridad.
Llueve y en mi corazón también.
Llueve y el silencio se apodera de mis labios.
Llueve. llueve y simplemente llueve.

martes, 27 de abril de 2010

Miradas que hablan


Mis ojos tienen vida propia, dominan todas las situaciones y me ponen en constante evidencia cuando mis labios son capaces de quedar en silencio.

Son los peores delatores de todas mis sensaciones, claman por expresar todo lo que me sucede, aún cuando intente detenerlos mirando al suelo, pestañeando rápido o simplemente cerrándose por un largo rato.

Una vez otros ojos se fijaron en los míos y me increparon por mirar con deseo lo prohibido, fue tanta su molestia que mis ojos temblaron de pavor por ser descubiertos, y eso provoco un efecto en cadena con mi cuerpo, desde mis manos húmedas, mis labios apretados y mi piel sonrojada.

Ese día me di cuenta de lo que puede provocar mi mirada, como sonríe, llora, se molesta y ama.

Ojos vívidos, obsenos, hambrientos, amantes y silentes. Ojos que expresan y delatan, llorones por naturaleza que miran la crudeza de los niños y se esperanzan por el futuro.

Miren mas allá de mi nariz, no miren mi dolor sino mis alegrías, miren mi corazón.

domingo, 25 de abril de 2010

Bajones nocturnos

Esas conversaciones en las que traemos a colación cada idea que tenemos de como salir adelante me ha echo recordar cosas que no quisiera, ha vuelto a mi esa sensación de pánico al oír el teléfono sabiendo que los que llaman no me llenaran de miedos y gritos.
Es extraño todo esto, pero he caído en cuenta de lo difícil que se torna para mí el salir adelante con heridas incurables, he sentido el sabor de la soledad agolpándose en mis ropas y el frío de abrazos vacíos.
Me he inyectado buenas dosis de energías y re buena compañía, he recurrido al cigarrillo y el mate para calentar mis manos y he sacado fuera eso que me duele. Pero sigo sintiendo que no pasa el tiempo y que mi historia está marcada.
Sal de ahí, solo eso pido.

lunes, 19 de abril de 2010

¡Qué rica la vida!


Cuesta entender a este corazón llevado de sus ideas, carente de compañero pero hinchado de felicidad, corriendo como loco entre la vida de adulto y las locuras adolescentes que aún hago.

Temo por este vaivén que no sé como controlar, cuando no concibo el paso de los años que me invade, que me cansa, me cuestiona y me obliga.

Temo por la casualidad de las palabras que me hacen temblar pero las amo porque son las revitalizantes de todos mis sueños.

Los sueños que muchas veces me atemorizan porque se cumplen, pero otros que me dejan ese sabor de alegría que me invade desde enero.

Han pasado semanas en las que estoy acá en mi nuevo hogar, lejos de la familia y los amigos, pero cerca de las oyentes mas fascinantes que he encontrado, con el delantal de profe, llena de abrazos, preguntas y regaloneos, con el delantal de cocina haciéndome cargo de lo que me gusta.

Me cuesta entender como pasaron 5 años tan rápido, hemos recordado cada borrachera, voladura, arrancadas sexuales, pero he recordado los miedos y las lágrimas, el dolor y la agresión. Eso estaba tan escondido que al traerlo al presente me sentí la más vulnerable del mundo, pero me dí cuenta de que he crecido y de que este verano hizo en mí lo que no conseguí en largos años.

Me gusta mi vida a pesar de no entenderla, me gustan mis miedos y mis placeres. Me gusta el rumbo que va tomando.

Me gusta ser la tía Jóse, me gusta ser la negra y la Cotetita, me gusta ser la NegraNativa y dejar de creer que ese apodo fue parido desde la mierda, ya no es así, siempre he sido yo, siempre.

martes, 13 de abril de 2010

Ven verano

Hambrienta de abrazos y silencio, de días eternos y calurosos, de conversaciones en miradas y de pies cansados por andar.
Extrañando el pasado como nunca antes.

lunes, 12 de abril de 2010

Mi mate y mi cigarro


Me fui muy lejos y no logro retroceder, me quedé en silencio con ganas de hablar, me muero de frío con un abrigo en las manos.

¿Qué hacer cuando las ganas se quedan a medias a pesar de todo esfuerzo?

Eso necesito saber por estos días, días en que siento no podérmela y no tener la chispa de antes o el deseo del comienzo.

No hay factores que me impidan continuar, pero no hay los que me inciten a seguir. No hay motivaciones personales del todo que me ayuden a hacer las cosas por pasión, vocación o por simple placer.

Sólo está la responsabilidad invadiéndome cada vez en que me quedo quieta, tomo un cigarrillo, cebo el mate y me pongo a batir la lengua perdiendo el tiempo.

¡Vuelve a mí deseo de superación!, ¡vuelve a mí vocación movilizante de ideas y corazones!, ¡vuelve a mí Negra profesora amante de la pedagogía y de los sueños!

¡Vuelve pronto que te necesito!

Mientras espero sigo con mi mate y mi cigarro en la mano cada noche fría en este nuevo hogar.

domingo, 4 de abril de 2010

¡Me voy!


Me voy feliz, llena de abrazos y gestos, rodeada de te amo y te quiero, con mucho ánimo desde los otros, con los que me rodean preocupados, alerta.

Me voy por poco, pero es como largarme muy lejos, es desaparecer por un largo rato.

Me voy con el corazón hinchado, la fe y las esperanzas a flor de piel, la felicidad ahogándome y el amor abrazándome.

Me voy a terminar un ciclo, sin muchas ganas de hacerlo, sin mucha energía para el trabajo, sólo con la responsabilidad en el bolsillo para cumplir la meta.

Me voy y sé que hay un lugar aquí, que esperan por mí, que me extrañarán y recordarán.

Me voy con ganas de permanecer, cosa que no había sentido hace muchos años. Me voy para reconstruirme y renacer desde mi.

Me voy, eso solo eso, pero es importante.