lunes, 28 de febrero de 2011

Viajes funestos




Debí no haber partido
para no tener que llegar




Suena: Silvio Rodriguez / Monólogo

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Tú o yo?

¿Y si vienes hoy?

¿Si tomas la iniciativa y tocas a mi puerta?

¿Si haces sonar mi teléfono para decirme, "estoy aquí"?

¿Si me miras a los ojos y me dices de una vez por todas que es lo que quieres?

¿Si me robas un beso y me matas en un abrazo?

¿Si me dijeras que me quieres y que te cansaste de jugar?

¿Si tomaras mi vida enserio?

¿Si decidieras volar, pero de mi mano?

¿Si dejaras todo atrás?

¿Si yo fuera la indicada?

¿Si tu fueras quien busco?

¿Si esto fuese cierto?

¿Y si lo hago yo?

Sigo aquí


Sigo buscando aquello que perdí,
sigo perdiéndome en risas banales y estúpidos vicios.

Me acostumbro a nuevos rituales para desaparecer,
para olvidar y renacer,
para comenzar a escribir nuevas historias,
para conocer otras voces, pensamientos, formas.

Mientras lo hago, sigo en búsqueda,
sigo evitando evocar aquellos recuerdos que me torturan,
sigo con la ilusión viva por cambiar mi historia,
por tener algo nuevo para contar,
por dormirme pensando y añorando una compañía duradera,
por tener un cuerpo al que apegarme cuando tenga miedo,
por unos ojos que me digan cuales son las respuestas que busco.

Sigo mordiendo mis labios para evitar llorar,
sigo odiando aquel llamado telefónico,
sigo con miles de palabras en mi boca para decirte"no aparezcas más",
sigo con unas ganas enormes por irme,
por irme lejos, lejos de todos, lejos de esta casa,
de esta cama, de estas calles
que sólo son testigos de los esfuerzos que hago para avanzar,
de los pasos que doy hacia adelante
y de los otros que retrocedo, para quedarme allí,
mirando de fuera como mi corazón se muere,
como mi piel se vuelve inerte,
como mi propio placer se desintegra en el temor.

Sigo aquí,
esperando que los otros vayan a mi ritmo,
que piensen como yo,
que tengan los mismos sueños,
que deseen acompañarme,
que tengan la pócima perfecta para dejar de sentir que no puedo,
que no puedo más con esta historia
que no puedo más con esta vida.

Sigo aquí,
igual que ayer,
igual que hace meses,
igual que hace años,
igual que siempre,
sigo aquí...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Liberación femenina


Con un buen reggae de compañero tiendo mi cuerpo en la cama, huelo el incienso y cierro los ojos.
El verano es el mejor de todos los afrodisiacos, el calor invade cada centímetro de mi cuerpo y me tiene con la líbido por los cielos constantemente, mucho más al llegar la noche, cuando solitaria y con poca ropa trato de dormirme dejando de lado cada señal enviada por mi cuerpo.
Claramente hay noches en que no puedo evadirme y caigo en mi placentera rutina de autosatisfacción, ¡un par de minutos para mí no es tan terrible, más bien es poco y merezco más! - ese es mi pensamiento, entre otras imágenes que rondan mi cabeza para cumplir el objetivo.
Hay veces en que el ruido me distrae, la puerta abierta o las cortinas, le subo al televisor para evitar ser descubierta y para que la distracción no me la gane.
Hay otras en que cierro puerta, cortinas, apago luces y lo hago con el silencio a cuestas, mordiéndome los labios para no emitir sonidos.
Muchas de las veces todo se transforma en un juego que no acaba, que queda inconcluso hasta la próxima sesión, que es vencido por el sueño o por el pudor, que se pierde entre mis piernas cálidas y temblorosas.
Muchas otras quedo completamente feliz.
¿Quién dijo que esto no era para las mujeres? Al que se le ocurrió esa idea era un egoísta, machista, retrógrado y ausente de placer.
¡Yo me masturbo y cuál es el problema!

Suena: Bebé / Con mis manos


domingo, 13 de febrero de 2011

¡Un año más, que más da!


Y llegó el cuarto de siglo.
Una vez más me apronto a celebrar mi cumpleaños, un año menos de vida, un año más para disfrutar.
Sé con tranquilidad que mañana me rodearé de abrazos y palabras, que estarán todos los que me quieren, esos que me acompañan y alientan, que me creen y aceptan.
Será un despertar viendo la cara de mis viejos con ese amor inmenso e impagable, cantándome y alentándome a despertar con alegría.
Luego vendrán mis hermanas y cuñados, pero con el exquisito agregado, estará el par de locos deambulando por la casa, impresionándome por como manifiestan su amor, ahí estará Emiliando bailándome, llamándome y abrazándome, estará Tomás hablando en su idioma tan particular, haciendo pucheros para conseguir lo que quiere, haciéndome cariño.
Vendrán las amigas y amigos, esos que permanecen por años en mi casa este día y los que aprovechan su soltería para acompañarme.
Comeremos humitas, tomaremos vino, brindaremos, reiremos, celebraremos.
Llegó el cuarto de siglo sin que yo lo desee, poniéndome a mitad del camino con los sueños siendo prioridad, con la vida apurándome por hacer miles de cosas, con el miedo y la soledad solapada, con el asco por dejar pasar el tiempo y no hacer lo que he querido, por no tomar decisiones, por no decir algunas palabras, dar algunos besos, abrazar y amar, pedir disculpas, decir te amo.
Se pasaron 25 años de mi vida, es como si fuera ayer cuando tenía 16 o 18 años, cuando comencé la Universidad, cuando tenía el impulso en el vientre para arriesgarme a todo, cuando no existía el miedo y era capaz de conseguir todo, cuando la locura se tomaba mis días y me tenía corriendo por la vida.
Pasaron 25 y vienen muchos más, ahora mucho mas terrenal pero igual de apasionada, ahora con las cosas mas claras pero igual de visceral, ahora con la vida en mis manos pero igual de escurridiza, ahora con ganas de estabilizarme pero igual de compleja, ahora con mas años pero con la misma esencia, con esas ganas enormes por correr, con ese deseo incalculable por sentirme plena, placentera, en armonía.
Un año más, una razón más por la que luchar.
Feliz cumpleaños a mí.

domingo, 6 de febrero de 2011

¡Puaj!

Y perdí la autoestima,
en una conversación con esa persona que me conoce perfectamente,
a la que no pude ocultarle nada,
menos esa sensación apabullante de no sentirme atractiva,
de no conseguir la atención de otro,
de contar la rutina horrible,
esos segundos en que no quiero que me toquen, por mas deseo que tenga de que eso suceda
en esos minutos eternos mirando un espejo a punto de destruirse.

Y perdí la cordura (lamentablemente no la gordura),
la perdí cuando comencé a marcar con el tema,
cuando pasé hambre o di atracones,
cuando rompí ropajes,
cuando me obsesioné con lo que no soy.

Perdí toda mi capacidad de satisfacción corporal,
sigue la libido deambulando,
se topa con mi cuerpo
y se congela.

Y perdí el amor propio
y pensé por años ilusionada que no era así,
pero no es cierto,
ya no hay nada,
por mas que luche,
ya no.

Te cuento mar...


Corro a mojar mis pies al mar
para calmar el calor de ambiente y el de mi propio cuerpo,
me voy con una libreta en mano,
a escribir nuevas historias
con otros protagonistas y conmigo de testigo.

Me voy con miles de historias que contar,
con nuevos números telefónicos que marcar,
con otros rostros que recordar.

Voy al mar a entregarle mis recuerdos,
le hablaré de nuevas pieles,
de otros aromas que he descubierto,
de labios fugaces y sabores permanentes,
le contaré finales de historias,
algunos trágicos y otros muchos más trágicos.

Me voy a mojar mis pies
para alentar mis sueños,
para reponerme y redescubrirme lista para comenzar,
para tomar mi vida de las riendas y decidir,
para darle a este año el sentido que siempre quise
el de emigrar, el de partir, el de volar...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Esas cosas que no se esperan

Y entre sonidos raros,
bromas mal habidas,
miradas extrañas,
levantadas de cejas,
personas merodeando,
vendedores,
caminatas,
mordiscos,
besos,
se nos pasó la tarde...

martes, 1 de febrero de 2011

Vacaciones perversas


No sé si solo me pasará a mi, pero cada vez que el tiempo libre llega, vienen las inmensas ganas de mandarme más de alguna cagadita, de tomar el teléfono y hacer esa llamada de la que me contuve durante todo el año, de hacer una cita con quien evite, o de encontrarme a recordar viejos tiempos en algún sitio.
Las vacaciones sacan de mi el lado mas perverso, ese que deambula a media noche y me hace despertar con alguna idea sucia y exitante en la cabeza, ese lado que se posa en mi diciendo que sí a cualquier invitación a beber por ahí, a pasear, a caminar o lo que sea.
El tiempo libre me hace divagar por los recuerdos mas asquerosos y adornarlos de belleza para poder en completa tranquilidad hacer lo que no debo hacer.
En cada vacación de verano, invierno, fiestas patrias termino con alguna anécdota incontable, que me enorgullece cinco minutos y de la cual quisiera renegar eternamente.
Pero debo admitir que el verano es peor compañero, el intenso calor me obliga instintivamente a despojarme de la ropa y muchas veces del criterio, del sentido común, del pudor, de mis propias limitaciones y de mis preconceptos.
Amo las vacaciones por mas perversas que sean, quisiera un poco de cordura cada tiempo libre para no tener que recaer al siguiente tiempo libre.
Amo mis perversas vacaciones, aunque reniegue y me arrepienta, es mi locura mas explícita, soy yo en plenitud.