jueves, 16 de octubre de 2014

Miedo...

MIEDO
Eso me ha abordado en estos días.
Nunca he entrado a un pabellón y menos he tenido
anestesia general en mi cuerpo.
Debo operarme por cálculos a la vesícula,
algo pequeño dicen todos,
algo enorme siento yo.

Estar lejos de casa una noche
me mata el corazón.
Estar sin León un día completo
me rompe el corazón.
Estar sin mirar a mi hijo,
estar sin amamantarlo, sin olerlo,
sin tocarlo me tiene sumergida en la pena
más enorme del mundo.

Tengo la certeza de que estará bien cuidado,
que su madrina le dará la tranquilidad que necesita,
lo sostendrá en sus brazos, lo alimentará,
lo calmará y hará sentir seguro.
Sé que su padre estará pendiente de él
y hará todo por darme a mi la tranquilidad que necesito.

A pesar de todo esto, tengo miedo,
de que las cosas no salgan como espero
y que nunca más vea a mi hijo,
de no ser partícipe de su crecimiento.
Le temo a ese segundo en el que me duerma y no saber nada más del mundo,
de mi mundo,
de mi León.

Mi todo, mi vida, mi  aire, mi piel, mi AMOR
A - SIN
MOR - MUERTE.

Ya no concibo mi vida sin ti,
ya no sé despertar, dormirme, caminar, TODO
sin mi pequeño amor, sin el hombre de mi vida.

Saldré de esta a pesar del miedo,
porque HOY sé lo que es vivir...