miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ahora!

Soy la misma y he crecido.
Los que se opongan, váyanse a la mierda

jueves, 23 de septiembre de 2010

R U T I N A R I A


¿Por qué siempre es igual?
Lo mismo por años, lo mismo.
Sufro por años y por lo misma razón ,
disfruto de ese dolor.
Reviso la vida de la misma persona hace años,
sigue doliéndome dicha vida.
Reacciono cada primavera de la misma manera,
cada vez entiendo menos mi animosidad.
Me comporto cada vez mas extraña,
eso es igual de rutinario.
Me da la misma enfermedad cada año,
sucede aunque me abstenga.
Me gustan el mismo tipo de hombre,
y no son los mejores.

Añoro los abrazos de las mismas personas,
aunque ya no puedo exigirlos.
Visto de accesorios y colores,
quisiera un poco de oscuridad.
Soy discreta, hocicona, hiperventilada,
ya no hay quien lo entienda.
Sufro de insomnio,
mi vieja dice que no paro de dormir.
Hago lo mismo cada año, me retuerzo, me canso, me desespero, me lanzo, me reconstruyo.
Me siento igual cada año, dolida, sola, incomprendida, herida, utilizada.
Creo lo mismo cada año, nadie me quiere de verdad, nadie me entiende, todos me juzgan.
Considero lo mismo todos los años, dejar mis círculos, estudiar algo nuevo, pedir perdón, decir la verdad.
Recurro a lo mismo todos los años, buscar a los perdidos, salir e intoxicarme, hundirme en la almohada, atracón y vómito.
Pienso lo mismo cada año, voy a cambiar, saldré de esta rutinaria sensación, decidiré ser feliz y sentirme bien.
Pasa lo mismo todos los años, ¡puras promesas!




martes, 21 de septiembre de 2010

TengoQuiero



PiesParques
BrazosPiel
EspaldaSexo
CansancioSobrinos
InsomnioSueño
SoledadAmor
AscoCalle
MiedoAbrazos
GritosSilencio
DiscucionesVómito
GrasaHueso
ObligacionesEspacio
EstudioTrabajo
PenaRisa
CompañíaAmigos
FeDios
ReveldíaRevolución
PreguntasPaz
DesordenArmonía
PalabrasOídos
LágrimasHombros
ColonReiki
DestrucciónReencantarme
FamiliaPerpetuar
NadaCasa
CementoMar
PrimaveraViento
RopaDesnudez
CalzadoPies
AvanzarRetroceder
DecadenciaEstabilidad
AmarrasArrancar
DolorSonreir

lunes, 20 de septiembre de 2010

Perdí...

He perdido la capacidad de diálogo.

Y he ganado una cuota basta de indiferencia, ironía, negatividad, soledad, asco.

Consigo el desaire de muchos, la irremediable sensación de estorbar, de ser parte de ese número de personas que no le importan a nadie porque no le aportan a nadie.

He abusado del alcohol y la comida por largo tiempo y ahora no puedo realizar un mínimo exceso, perdí mi aguante, mi animosidad.

Perdí mi paciencia y perdí ls ganas de continuar...

domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Ustedes!


Un día de tediosa rutina hogareña decidí viajar a Graneros, ya saben de mis bajones pre primaverales, en los que me pongo una nostálgica, y mi mal humor se acrecienta cuando las paredes me tienen de prisionera, así que me largué y en ese viaje esto fue lo que sucedió:


Llegué a casa con un sabor extraño, entre dolor, placer, miedo, nostalgia, amor.


Sentí que la vida es grandiosa y fructífera y que conseguí una de las mejores cosas: haberles conocido.


Cuando el tren fue avanzando entre San Francisco y Graneros se me apretó el corazón y apenas puse mis pies en "esa estación de tren" se me pasaron muchas imágenes por la cabeza, recordé cada aroma, cada sonido, cada textura y cada sabor que los caracteriza.


Caminé a la U y se me revolvió el estómago, el recorrido se me hizo eterno y nuevo, fue como el primer día, llena de vergüenza, de miedo, de frustración.


Llegué a la U y me emocioné como niña al verle las caras, al escuchar sus voces, al verte bailar y seguir haciendo el mismo comentario de que parecemos tus mamás viendo al hijo en el acto del colegio.


En esa conversación tiradas en el pasto, tomándonos una chela, fumándonos un cigarro caímos en cuenta que no nos queda nada, que quizá tengamos 3 o 4 meses más juntas y se acabará toda esta historia para dar comienzo a otra.


Allí morí, en esa simple idea me fui a la mierda y se me vinieron encima los recuerdos, los anhelos, la amistad que tenemos y el amor que nació de esta.


Los amo como no pensé hacerlo, cuando llegué con mi cara de odio jamás imaginé que los encontraría y menos aún que se harían tan necesarios para mi vida, que los admiraría y que daría parte de mi tiempo para ustedes.


Se han vuelto parte de las personas a las que mas amo y por quienes daría mi vida, mi libertad, mis ideas, mis líneas (y saben que soy una egoísta), han estado ahí conmigo en mis peores momentos y eso lo agradezco cada día que vuelve la pena a rondarme, me han levantado de la mierda, han secado mis lágrimas, me han salvado de muchas.


Me he vuelto parte de sus vidas, muchas veces a la fuerza con mi intencionalidad y salamería, con mis bromas y estupideces crónicas, con mi mal humor, con mis provocaciones, intrépida y miedosa, agresiva y pendeja, con todo lo que soy y que solo ustedes conocen.


Han pasado años en los que hemos crecido, en los que hemos hecho de todo (pero de todo todo) nos lanzamos a la vida tomados de la mano y seguimos así aunque mas distanciados, eso duele, la vida normal y natural para muchos a mi me duele, quisiera perpetuarlos porque me revitalizan, como el último día todos juntos en nuestra casa Granerina, entre el vino, el mate, la guitarra, las planificaciones, las discuciones, las canciones, pero todos juntos, simplemente así, juntos.



Quiero sentir que con el término de la U esto no se acaba, pero no creo en las promesas, he hecho muchas y las he roto, me han hecho muchas y no me han cumplido, quisiera pensar que pasaran los años y podremos reunirnos quizá de ves en cuando, que nuestras vidas seguirán unidas, que tendremos esas juntas solos para ponernos al día, para tomar helado de piña, para cantar trova, para arreglar el mundo, para escucharnos y reír, para burlarnos unos de otros, para contarnos historias repetidas una y otra vez.


Me quedo con el sabor de estos 5 años de todo lo que me han dado y de todo lo que dado, de lo que hemos vivido, y de ese Graneros que nos albergó con su aroma a café, con sus mujeres embarazadas y sus hombres viciosos.


Han pasados los años y ya no somos los mismos, en unos meses la vida inevitablemente nos dividirá y nos tendrá a cada uno armando su historia de aquí para delante, cumpliendo metas, viviendo y avanzando, pero tendremos cada uno de nosotros grabados en nuestra mente y corazón la existencia de otros, eso lo sé, quizá por eso los amo tanto, porque sé con exactitud cuanto nos interesamos.


Pasarán los años y seguirán aquí, porque no tengo palabras para describir la importancia que tienen para mi, o cuanto los extraño, o cuanto detesto recordar lo mal que la hemos pasado o cuanto disfruto recordar cada buen momento que tuvimos.


Así entre cuecas con el Mario (porque ya dejó de tener segundo nombre), bandas emergentes, personajes, abrazos, despedidas, me vine de regreso, tomé el tren y como siempre me pasa alguna anécdota tuve que mostrar un boleto escrito porque la boletera (otrora chancha) me lo marcó mal en la ida, nos sentamos, conversamos, miramos el paisaje, regresamos.


Y llegué a casa con un sabor extraño, entre dolor, placer, miedo, nostalgia, amor...


Así llegué a casa, con sensación de pérdida, con miedo a crecer, con ganas de paralizar todo y seguir a su lado, así me subí al tren, sumergida en los recuerdos y en ustedes, hacía mucho tiempo que nos los traía a mi vida y menos a los 5 juntos.

Recordé sus nombres Leslie, Aloys, Mario, Javiera y Marina

y pude concluir que


¡SIMPLEMENTE LOS AMO!

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cansancio y dolor


El cansancio se ha tomado mi vida y se ha depositado en mi cama.

Cansada de sonreirle al mundo y fingir que mi vida va del todo bien.

Cansada de los reclamos constantes, del no poder ser lo que otros quieren, ni la hija que pensaron, ni la hermana que se la puede con todo, ni la amiga que no se equivoca o la que está siempre ahí.

Cansada de las estructuras y de no calzar con ninguna, de no poder acomodarme a nada ni a nadie.

Cansada de los años que se agolpan y me enrostran que la vida se me va, que la U se acaba, que hemos cambiado.

Cansada de mis inconsistencias, mis miedos, mis silencios, de mi cobardía, mi falta de voluntad, de mis trancas, en fin, cansada de mi.

Cansada de la micro y las personas con caras agrias, de los empujones en el metro por conseguir un asiento, de la intolerancia y el mal humor.

Cansada de prender el televisor y ver pura mierda, de ver noticias que no son noticias, de escuchar populistas y personas imbéciles que creen en ellos.

Cansada de los PACOS (policías a contrata) y su maldita represión, de su extrema violencia y de un gobierno que avala todos sus actos.

Cansada de ver que no respetan nuestras raíces y nuestros hermanos mapuches deben poner en riesgo su vida para que se den cuenta del error que cometen al eliminar nuestra verdadera historia.

Cansada de las peleas absurdas a mi alrededor, sin motivos, sin diálogo.

Cansada de tener que dar explicaciones por lo que creo, por lo que siento, por lo que he dicho, por mis aciertos y errores.

Me canso constantemente y se me pasa igual de rápido, pero hoy el cansancio se ha vuelto crónico y hasta duele.

Me duele la ironía y la indiferencia.

Me duele el silencio y las palabras al viento.

Me duele el no tomar la iniciativa.

Me duele terminar la U, dejar los pastos, los carretes, los amigos, la juventud.

Me duele crecer y me canso de las cosas y situaciones de adultos.

¡No hay vuelta!

martes, 7 de septiembre de 2010

¡Te perdono, me perdono!


Hoy he pensado en el perdón.

He intentado repetir en silencio sintiendo con el corazón que soy capaz de perdonar a otro y seguir adelante, sabiendo que cada uno es dueño de sus propios errores y que debemos perdonarnos por hacer daño a otros.

Cerré mis ojos he invoqué tu nombre, pensé en todo lo mal que lo pasé, en el dolor físico intenso que sentí por meses y que aún siento; pensé en las miles de lágrimas que derramé tratando de hacerte entender que mi cuerpo no respondía, pensé en mis silencios y los besos y caricias obligadas, pensé en tu egoísmo pretendiendo seguir con la vida como si nada hubiese sucedido. Pensé en cada noche y cada amanecer juntos y en lo doloroso que se convirtió todo eso.

Pero esta vez fue diferente, pensé en todo eso repitiéndome una y otra vez ¡te perdono! y sentí como nunca una paz irreproducible.

Fui capaz de perdonarme a mi misma por tener y sentir tanto rencor, y dejé que pasara el tiempo limpiando mi corazón de ese miedo a seguir adelante y creo que lo conseguí, aunque es una lucha diaria y un aprender a vivir con mi historia, fui capaz de hacerlo.

Pensando en el perdón fui capaz de pedir a una persona a la que dañé que me perdonara y que viera en mi, la incapacidad de dar mi brazo a torcer, que comprendiera mi tozudez y mi falta de tino.

Pensé en el perdón, en lo difícil que se vuelve darle existencia a este, en este vaivén de días, de ires y venires de situaciones, personas, sensaciones, dificultades, miedos, orgullos.

Soy capaz de perdonar, así me siento hoy, soy capaz de pedirle a los que he dañado que me perdonen.

Amo la existencia de esta posibilidad en mi vida y de haberla visto a tiempo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Mentiras


Miento


Miento cuando digo que haré dieta, que mediré mi ansiedad, que dejaré los atracones y las vomitonas nocturnas.


Miento cuando digo que dejaré el cigarro, pasan los días y no doy cuenta cuando el olor a nicotina se quema entre mis dedos, o cuando muero de dolor de garganta.


Miento cuando digo que haré la tesis y no me la puedo ni con un mísero libro para el marco teórico.


Miento cuando dije que tomaría la iniciativa, diría un par de verdades y reconocería lo que me sucede hace un buen rato.


Miento cuando me propongo resolver los problemas que he causado, cuando digo que daré mis disculpas, que asumiré que la he cagado, que he hecho daño, que destruí amistades.


Miento cuando digo que estoy del todo bien, cuando asiento y tengo discursos sobre la vida y la belleza de esta.


Miento cuando sonrío y tomo esa actitud de la que todos se admiran, esa que lucha, que se alegra, que se esperanza.


Miento con mis silencios y con mis palabras inconsecuentes.


Miento en los pocos abrazos y los besos esquivos que reparto, con las miradas solapadas y la indiferencia.


Miento, quizá todo esto sea una mentira...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Es posible


¡Ayyyy, se volvió real!


No creí en la posibilidad de realizar mis sueños prontamente, menos pensé que sería tan fácil, que alguien tendría una propuesta y otro alguien me recomendara para aquello.

¿ Y si se hace realidad?

No he dejado de pensar en eso, en hacer las maletas y largarme lejos a ejercer la pedagogía.


En largas despedidas y años lejos de la ciudad, pensar en campo, mar, bosque, viento, sur, sur y más sur.


Con la naturaleza de vecina y con una de las mejores mujeres que he conocido de compañera, con miles de nuevos nombres, de calles, de personas, de sitios.


Con la vida en mis manos, como siempre lo he deseado.


Dueña de mis tiempos, de mi soledad, de mi trabajo.


Dueña de mi futuro, de mis días, dueña de viajar, de recomenzar, de enseñar a otros el valor de la vida y la esperanza, el valor de la justicia y el de la libertad.

No he dejado de imaginar mis días lejos, una nueva vida, increíble como la he soñado y real como se ve hoy.

¡Qué se cumpla, qué se cumpla!

Cruzo dedos, pongo santos de cabeza, rezo, prendo inciensos, escribo, pienso, añoro.

¡Que mis sueños se cumplan!

HOY ES POSIBLE