lunes, 23 de abril de 2012

Aquella tarde


Aquella tarde fueron al cine
hicieron el amor.
Tu preguntaste:"¿no fumas demasiado?"
Yo quemaba el calendario
y atrasaba tu reloj.
Aquella tarde Cristo dormía en un fotomatón.
Un hombre gris paseaba a un perro verde.
Una muchacha en su vientre
arrullaba a un escorpión.
Las cajeras del supermercado, la luciérnagas, los diablos
se arrancaban sus dos alas y oscurecían su luz.
Los fantasmas del castillo, los reclusos del presidio
no planeaban una huida
si cruzaba un aeroplano
su rectángulo azul.
Recuerdas aquella tarde, se escondían los amantes
desnudos en el balcón.
Aquella tarde, recuerdas, esperaba cenicienta
a que llegara su raptor.
Aquella tarde lloraba azufre
la morena del peep show.
Alguien suspiraba en la oficina.
Él te buscaba la ruina,
tú un taxi hacia la estación.
Aquella tarde la nota roja
me asaltaba en un portal.
Una mujer compraba atún en oferta.
Se abrían unas piernas y se cerraba otro bar.
Los borrachos, los cantantes, las putas, los estudiantes
se acostaban bien temprano, lloraban saetas de hiel.
Los mercados, las tabernas, los colegios, las iglesias
enmudecían su canto y se despedían los novios,
la virgen y Lucifer.
Recuerdas aquella tarde olvidaba Scherezade
sus cuentos y ardía Bagdad.
Aquella tarde recuerdas, cuando estallaba la guerra
refulgía mi ciudad. 
Aquella tarde fueron al cine
hicieron el amor.
Tu preguntaste:"¿no fumas demasiado?"
Yo quemaba el calendario
y atrasaba tu reloj.

"como extraño esas tardes"


martes, 17 de abril de 2012

Vuelve...


Ha pasado más de una semana desde la Semana Santa
y me da vueltas en la cabeza
la forma grotesca en la que huí.
Escapé,
no sé de qué ni por qué,
pero lo hice,
no asome nariz a iglesia alguna,
 no vi rostros de amigos que extraño y necesito como loca,
no cerré los ojos y oré
para agradecer y para dejarme caer en tus brazos,
 no fui capaz de salir de mi cama y mis preguntas.

Quizá el corazón roto y avergonzado
es el que me tiene amarrada a mi colchón,
las negativas y las respuestas tardías.

Quizá es el orgullo mal entendido,
la profesión ejercida buscando vocación por donde no hay,
luchando con lo inevitable, con lo imposible.

Quizá la soledad me ata,
me lastima,
me enrabia,
por ser incapaz de dar la cara,
arreglar diferencias,
decir unas cuantas  verdades.

Quizá el miedo a darme cuenta
que he llevado por años una vida que no es para mí,
por ver que mi camino está lejos de lo planificado.

Ha pasado más de una semana y el vacío sigue latente,
el sinsentido aparece reclamando por mi poca valentía,
por mi miedo a enfrentarme con mi rostro envejecido y adolorido,
por miedo a ver que no soy quien deseo, pero si quien merezco.

Ha pasado más de una semana y
necesito volver a sentir que puedo caer en tus brazos,
que puedo confiar y empeñar mi vida por una simple energía
presente en sonrisas, en abrazos y amores.

¡Vuelve y revitalizame!

Suena: Será la luz / Alejandro Fillio

martes, 3 de abril de 2012

Es tarde...




Es tarde, 
ya la mañana está y el sol le busca
detrás de la montaña y sobre el río
no hay luna más 
ni más amores tiernos,
todo voló con ella y a su nido
mis manos de poeta, 
mi soledad contigo.

No hay más amor que aquel que se ha marchado,
ni más caricia que la del olvido.

Es tarde,
 y el viento le recuerda entre las hojas
del roble que pintara con su brillo
con luces de torero
 luna madre,
de todo lo que sueña y de los grillos
mis manos de poeta, 
mi soledad contigo.

No hay más amor que aquel que se ha marchado,
ni más caricia que la del olvido.

Suena: Alejandro Fillio / Canción sin luna