miércoles, 19 de septiembre de 2012

El seno familiar

¿Qué hacer cuando los nuestros sufren?
Han sido días dolorosos, de ver como caen a mi alrededor
de miedo, de vergüenza, de sentir que la vida se acaba.
Y uno sin nada que hacer,
sin tener las palabras exactas para decir,
sin tener la solución ni el tónico para calmar las lágrimas.
Y cuando otros sufren el dolor propio aparece,
para recordarnos que todo, absolutamente todo
es frágil, y puede deteriorarse en unos segundos,
todo, menos el nido familiar
que te cubre y te protege
y donde todos volvemos
porque las palabras sabias de mi padre
y los abrazos tibios de mi madre
son lo único que nos mantiene en pie.,
las lágrimas compartidas con las hermanas
y los silencios eternos fundidas en un abrazo
en una sonrisa y un brindis para aplacar por un segundo
el dolor colectivo
porque cuando uno sufre, los cinco lo hacemos
mucho más ahora que nuestros hogares están separados,
inevitablemente volvemos al hogar de los viejos
a reunirnos en calma,
en el dolor de uno que es de todos,
a ver que los años pasan y que los niños son hoy nuestra preocupación.
Siempre hay una lección del dolor 
y la de hoy es que estamos juntos,
es que a pesar de los años y de la temida adultez
los viejos, nuestros amados padres siguen al pie del cañón
para sostenernos y enseñarnos una vez más
que merecemos ser felices...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cansada...

Tengo tanto por escribir y pocas palabras en mi haber,
el tema es reiterativo y me doy rabia por tenerlo tan presente,
por no conseguir que no valga la pena,
porque cada vez que miro hacia el lado doy cuenta de lo sola que estoy,
del largo tiempo de soledad que me hace temer,
temer que sea así siempre...
Las sensaciones vuelven, pero extrañamente debo reconocer
que son sensaciones desconocidas, quizá mi corazón dormido ha despertado
y se ha dado cuenta de como verdaderamente se relacionan las personas.
Mi historia, ya dejó de escribirse hace años,
no he vuelto a amar ni a desear compartir mi vida con otro,
he perdido la capacidad de asombro al ver
como se derrumban a mi alrededor amores,
como se pierden los sueños, como se mal empeñan los años.
He perdido el brillo y he congelado mis deseos mas oscuros,
estoy cansada, porque es una suma que me deja un resultado
muy amargo.
El resultado da una mujer invisible, inexistente,
y una muy buena actriz que sonríe al mundo,
uno que le da la espalda y la ignora.
No he podido reponerme de la enfermedad,
de la indiferencia, de la agresión, de la homosexualidad,
del engaño, de la vergüenza, del rechazo, de las burlas.
Pienso que los años se agolpan y no hay forma alguna de
mirar a otro con ojos de compañera,
¡cómo necesito un abrazo!
esos que calman cualquier pena,
que te dejan segura, sin miedos, sin dudas.
Me cansé...

Suena: Ismael Serrano/ Si ella se va