martes, 26 de enero de 2010

Para que nunca más...


Las miradas me conmueven mucho más que las palabras, esas que dicen cuanto añoran, cuanto necesitan, cuan dolidas se sienten.
He visto millares de ojos rondando, pero hoy vi los del dolor, los del verdadero dolor que entremezcla cuerpo y alma, ese dolor que cae en lágrimas y se manifiesta en manos alzadas.
Cuerpos destruidos, manos atadas, ojos vendados, sueños truncos, proyectos de vida arruinados, familias separadas, niños conscientes y frustrados, niños obligados a crecer a punta de metralletas, torturas, violencia, obligados a luchar desde su infancia por ser libres y por una vida justa.
Hoy las miradas del pasado me ahogaron, me dejaron pensativa, lejana, me hablaron del miedo a creer, de la pasión por los ideales, las miradas de hoy me esperanzaron, me dejaron llena de deseos por conseguir justicia y trabajar por esta y por dejar que el pasado simplemente nos sirva para empatizar y construir. Seguir con mi bandera por la igualdad alzada, seguir construyendo con esos pequeños con las miradas más sanas y transparentes que he visto, esos ojos llenos de sueños, de futuro, de verdad.
Como dijo el presidente Allende: tengo fe en Chile y su destino, tengo fe en que las cosas puedan cambiar, en que las ideas fraternas y comunitarias nos liberen del individualismo que nos apodera con el paso del tiempo, sueño y tengo fe con las construcciones colectivas, con el salir adelante, con el levantarnos cada vez que sea necesario, con un pueblo unido para que jamás sea vencido.
Las miradas de hoy me mataron, mataron en mí las absurdas justificaciones, mataron el prejuicio, la ignorancia, el miedo. Las miradas de hoy hicieron renacer en mí el amor por mi pueblo, por mis raíces, las miradas de hoy me dieron un aliento para liberarme y sembraron mucho más la rebeldía, porque “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Las miradas de hoy y las miradas del ayer contribuyen en mí para ser mejor, para comunicar que los sueños y los ideales pueden cumplirse, que el futuro si existe y está en nuestras manos. Ahora es tiempo de construir.

1 comentario:

CorazónCoraza dijo...

El día de hoy fue denso. Tomamos la opción de rememorar nuestra historia, con espíritus justos y libres, empecinados en construir desde nuestro manchado pasado algo mucho mejor, para que los que vienen, den pasos más firmes y menos prejuiciadas..
Salí desanimada, hasta un poco resignada frente a tanto dolor que con los años se transforman en grietas del alma, pero me esperancé con la labor y la vocación que tomé.. Tenemos mucho trabajo, querida colega, pero el amor que nos mueve hará maravillas con la sociedad tan cegada.

Tengo fe. :)