jueves, 8 de diciembre de 2011

Cueck!

Debo comenzar hoy reprochándome mi estupidez
por perder de vista algo tan importante en un segundo de mi año,
pero debo a la vez reprocharme por perder de vista a los que me quieren.

He estado meses encerrada en casa,
entre el trabajo que tuve,
los largos viajes en micro o a pie
mi habitación,
el computador o la máquina de coser.

Entre reprenderme por idiota u otros calificativos findeañeros
pasé de largo por el concierto y no conseguí disfrutar de Cultura en su nueva visita,
estuve todo el año planeando este día,
pensando en la compañía (inexistente debo asumirlo)
en ahorrar (difícil cuando no hay trabajo)
estuve enfrascada en conseguirlo
y no lo hice.
Se fue la oportunidad como muchas tantas en mi vida,
Cultura en Chile y yo en mi casa...


Para sacarme la mala racha
hoy decidí despercudirme de mis pesares,
tomé una micro rumbo a mis antiguos compañeros,
les vi, abracé y reí
y sentí que a pesar de mi ostracismo,
de mi mal humor,
de mis miedos,
de mis frustraciones,
los que te aman, siempre están allí
para dedicarte un segundo,
para abrazarte fuerte,
para contemplarte en sus planes,
para permanecer cuando uno vuelve.
Cuan acompañada está mi soledad,
esto es realmente cómico...


Suena:  Cultura Profética / La complicidad

1 comentario:

CorazónCoraza dijo...

Hoy me dijiste algo entre nuestra conversa "el que te quiere jamás duda de ti y siempre está contigo". Es tan cierto y tan maravilloso saber que aunque la vida pase y vivamos entre la mierda y el silencio, hay alguien a través del teléfono o unas cuantas cuadras más allá que sigue estando al pie del cañón. Hoy, como siempre, me convencí que no hay nada mejor que sacar fuera lo que apena, lo que atemoriza, lo que ahuyenta, para hecharlo lejos y dejarlo ir para siempre entre amigas y buenos deseos. Puta, tengo los ojos llenos de lágrimas, pero tengo la certeza que no hay amor más grande que el de los amigos (:
Te amo, negra linda.
Y ahora, nos toca vivir la vida.