domingo, 22 de enero de 2012

...

¡Qué extrañeza el verano!
Siempre me trae desórdenes en la cabeza,  pero eso ya no sucede
¿será que estoy más vieja?
¿será que mis problemas son más potentes que mis placeres?
La vida avanza brutalmente, se me van los minutos como agua y no consigo tranquilizarme,
me cuesta sobrellevar mi actitud apresurada, cortoplacista, inclusive exitista.
Me duele verme disminuida ante el fracaso, sin tener herramientas para levantarme a diario,
para buscar un buen trabajo o conseguir un compañero, para bajar de peso o para lograr mi ansiada
independencia.
No he logrado derramar las lágrimas necesarias por esto, porque me duele inmensamente no conseguir mis sueños, me duele convivir con la envidia que siento al ver las vidas de otros porque siempre he deseado alegrarme por la felicidad, alentarme por los objetivos, pero hoy los logros de otros son mi pesar.
Que pase el tiempo, que pase pronto esta sensación de derrotismo crónico, que vengan las fuerzas y la paciencia necesaria.
Dios! ya no puedo más!

Suena: Para vivir / Pablo Milanés

No hay comentarios: