miércoles, 19 de septiembre de 2012

El seno familiar

¿Qué hacer cuando los nuestros sufren?
Han sido días dolorosos, de ver como caen a mi alrededor
de miedo, de vergüenza, de sentir que la vida se acaba.
Y uno sin nada que hacer,
sin tener las palabras exactas para decir,
sin tener la solución ni el tónico para calmar las lágrimas.
Y cuando otros sufren el dolor propio aparece,
para recordarnos que todo, absolutamente todo
es frágil, y puede deteriorarse en unos segundos,
todo, menos el nido familiar
que te cubre y te protege
y donde todos volvemos
porque las palabras sabias de mi padre
y los abrazos tibios de mi madre
son lo único que nos mantiene en pie.,
las lágrimas compartidas con las hermanas
y los silencios eternos fundidas en un abrazo
en una sonrisa y un brindis para aplacar por un segundo
el dolor colectivo
porque cuando uno sufre, los cinco lo hacemos
mucho más ahora que nuestros hogares están separados,
inevitablemente volvemos al hogar de los viejos
a reunirnos en calma,
en el dolor de uno que es de todos,
a ver que los años pasan y que los niños son hoy nuestra preocupación.
Siempre hay una lección del dolor 
y la de hoy es que estamos juntos,
es que a pesar de los años y de la temida adultez
los viejos, nuestros amados padres siguen al pie del cañón
para sostenernos y enseñarnos una vez más
que merecemos ser felices...

1 comentario:

CorazónCoraza dijo...

Nuestras familias son el mejor refugio, sin ninguna duda.
Somos muy afortunadas, negra.

Te adoro! (: