domingo, 12 de mayo de 2013

Arranco ¿y qué?

¿Arrancar?
Vuelve a mí esa idea de correr lejos cuando veo en los ojos de otro
más que pasión y deseo, cuando comenzamos a compartir más que las tentaciones
y los instintos.
Vuelve a mí la idea de volar lejos,
de volar con mis sentimientos vírgenes de amor,
quizá dejaría mi sexo allí para ser satisfecho,
pero no me pidan más.
¿Arrancar?
Sí,
correr lejos sin dejar huella,
porque no quiero huellas en mi cuerpo,
menos en mi corazón.
Eso de empeñar la vida y los sueños por un otro no me convence,
quizá a los 20 años lo hubiese echo.
llena de ilusiones y valentía
y sin temor a perder mi libertad,
sin temor a que otro maneje tus tiempos,
tus deseos, tus sueños.
¿Arrancar?
Sí, lo haré una y mil veces,
hasta que no venga a mi esa sensación de calma,
de deseos de quedarme allí,
de no correr,
de desear despertar al lado de un cuerpo tibio,
de que me invada, me posea, me satisfaga.
Yo arranco, con la verdad en mis labios,
con mis deseos por delante y no los de otros,
arranco cuando un otro no tiene su vida solucionada.
Arranco, corro, vuelo libre
no trates de atraparme
es imposible...



Lo que puedes hacer es comer de mí, no tomes nada más que mi carne!!!


Suena: No me interesa / Cultura Profética

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