domingo, 23 de junio de 2013

NO creí, pero ahora si creo...

No creí volver a hacerlo,
no pensé en tener el valor de tomar una mano e invitarla a recorrer mi camino.
No creí volver a hacerlo,
no pensé en besar unos labios con deseo de repetirlo,
de pasar de los labios a la piel, de la piel al placer,
del placer al amor.
No creí volver a hacerlo,
no pensé que volvería a tener una relación,
un otro a quien llamar compañero,
recorrer días enteros hurgando en lo común que tenemos,
en compartir sueños y crear nuevos.
No creí que podría volver a creer,
en mirar unos ojos sin temor,
en tocar una piel sin rencor,
en dormirnos juntos esperando un nuevo día
solo para mirarnos.
Nos encontramos cuando ambos dejamos de creer,
cuando no deseábamos seriedad ni estabilidad
(aunque serios no somos)
pero nos encontramos,
y aquí estamos,
amándonos y trascendiendo,
con la pasión y la locura comandando nuestros días,
con la compañía fiel como premisa,
con esos abrazos contenedores que jamás sentí,
con esos besos que arden y  humedecen no solo mis labios
sino mi vida completa.
Aquí estamos amándonos,
de manera intensa, persistente, compañera.
Llegaste cuando todo se derrumbaba a mi alrededor,
para decirme con tu mirada que todo puede mejorar,
y aquí me tienes,
escribiendo sobre ti porque lo malo es pasajero y tu no,
porque el dolor es soportable a tu lado,
porque nada valió la pena antes de tenerte.
No creí volver a hacerlo, pero me enamoré
de ti, amante mío, hacedor de días bellos,
de caminos infatigables, de besos eternos,
de piel húmeda y mía,
de mis mayores placeres
y de mi alegría eterna.
¡¡¡Gracias por aparecer!!!




No hay comentarios: