¿Monita, vamos a vivir juntos?
Yo sonrío dubitativa,
¿qué decir?
Pienso unos segundos
¿qué pierdo?
Nada, nada está perdido porque la lucha recién comienza
y me gusta la idea.
Luego de unos segundos respondo.
Vamos flaco, hagámoslo.
Y aquí estamos,
armando una casa,
ordenando las cosas y las sensaciones,
durmiendo y despertando juntos,
cansados, sonrientes, amantes.
Me lancé al agua sin temor y me desborda la alegría
El amor llegó, me tomó literalmente y me llevó.
Ahora a caminar juntos...
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