lunes, 15 de febrero de 2010

Reenamorada







Hoy muero de alegría como no sucedía hace tiempo, muero de plenitud y agradecimiento por todo lo que Dios me ha regalado y por como se manifiesta en mi vida diariamente. Creo que por largo tiempo me mantuve encerrada en mis pesares y me acostumbré de alguna forma a sentirme mal, a sentirme disconforme a tener algo por lo que llorar o cuestionarme, me acostumbré a esa asquerosa sensación de malestar, desde mi estómago, mi garganta y mis ojos. Era un ir y venir de malos ratos, a los que yo aportaba y magnificaba.



En cambio, en estos días al comenzar este año he estado en proceso de limpiarme de esas sensaciones y a volver a mi esencia, a lo que me mueve y por lo que quiero luchar, he vuelto a disfrutar con lo poco que tengo y con lo mucho a la vez, me he reenamorado de Dios y de ese creer sin estereotipos ni presiones, de esa fe que solo me da sanidad, que me mantiene en pie y que me demuestra día a día que si vale la pena, de ese Dios que me regalonea y que me enseña de mis errores, un Dios de oportunidades y perdón, uno que me invita a ser feliz y me da herramientas para serlo. Que me puso en medio de una grandiosa familia que a pesar de todas esas pequeñas cosas que nos han quitado la esperanza permanece de pie y unidos como nunca, esos que están ahí para todo, en los que descubro y me asombro por como hemos crecido juntos, una familia hermosa y admirable como me gustaría tener, una familia a prueba de todo.



Me he reenamorado de mi misma (que egocéntrica) pero he descubierto mis partes mas hermosas, he ido aceptándo mi cuerpo con sus faltas, mi forma de ser, todo lo que soy desde mis superficialidades hasta mi sensibilidad, he visto que toda la construcción que he hecho en años no ha sido en vano, que hay frutos y eso está explicitado en cada una de las personas que me rodean y como agradecen con simples gestos o miradas mi presencia, eso está claro en amistades que duran años y otras que se construyen en segundos. Me reenamoré de mí porque he sido capaz de salir adelante y eso me enorgullece, porque me creo capaz de amar, de luchar, de soñar y ya no me siento atada de manos y corazón.



Con Dios a mi lado y mas presente que nunca, me he ido reenamorando de todo lo que hace un par de años dejé en una silla médica, desapareciendo con el hielo como mis heridas, las que sanaron pero que hasta hoy penan en mi idea por ser feliz, he podido darle sentido a mis caídas y a mis errores, he sido capaz de perdonarme y de arrepentirme, he vuelto a creer que la vida es un camino que vale la pena transitar y que tengo todo para ser feliz, todo, increíblemente todo, y por largo tiempo estuve paralizada cuando lo único que faltaba era yo y mi ganas por vivir. Hoy las tengo y tengo a quienes quieren acompañarme en este camino. Me reenamore de la vida.



1 comentario:

Aloysin dijo...

Me gusta la idea que te reenamores de ti, creo que no todo fue en vano, como dices.
Como dicen por ahí: lo que no mata, te fotalece; y eso es lo que hiciste.
Estoy feliz por ti
besos
iloryu