lunes, 12 de abril de 2010

Mi mate y mi cigarro


Me fui muy lejos y no logro retroceder, me quedé en silencio con ganas de hablar, me muero de frío con un abrigo en las manos.

¿Qué hacer cuando las ganas se quedan a medias a pesar de todo esfuerzo?

Eso necesito saber por estos días, días en que siento no podérmela y no tener la chispa de antes o el deseo del comienzo.

No hay factores que me impidan continuar, pero no hay los que me inciten a seguir. No hay motivaciones personales del todo que me ayuden a hacer las cosas por pasión, vocación o por simple placer.

Sólo está la responsabilidad invadiéndome cada vez en que me quedo quieta, tomo un cigarrillo, cebo el mate y me pongo a batir la lengua perdiendo el tiempo.

¡Vuelve a mí deseo de superación!, ¡vuelve a mí vocación movilizante de ideas y corazones!, ¡vuelve a mí Negra profesora amante de la pedagogía y de los sueños!

¡Vuelve pronto que te necesito!

Mientras espero sigo con mi mate y mi cigarro en la mano cada noche fría en este nuevo hogar.

1 comentario:

Alex Durán dijo...

sólo te falta el gato.