Me fui muy lejos y no logro retroceder, me quedé en silencio con ganas de hablar, me muero de frío con un abrigo en las manos.
¿Qué hacer cuando las ganas se quedan a medias a pesar de todo esfuerzo?
Eso necesito saber por estos días, días en que siento no podérmela y no tener la chispa de antes o el deseo del comienzo.
No hay factores que me impidan continuar, pero no hay los que me inciten a seguir. No hay motivaciones personales del todo que me ayuden a hacer las cosas por pasión, vocación o por simple placer.
Sólo está la responsabilidad invadiéndome cada vez en que me quedo quieta, tomo un cigarrillo, cebo el mate y me pongo a batir la lengua perdiendo el tiempo.
¡Vuelve a mí deseo de superación!, ¡vuelve a mí vocación movilizante de ideas y corazones!, ¡vuelve a mí Negra profesora amante de la pedagogía y de los sueños!
¡Vuelve pronto que te necesito!
Mientras espero sigo con mi mate y mi cigarro en la mano cada noche fría en este nuevo hogar.
1 comentario:
sólo te falta el gato.
Publicar un comentario