jueves, 28 de octubre de 2010

LLuviosa primavera


Y llegó la lluvia en la primavera

la peor mezcla para mi animosidad.

Esa que se retuerce en la cama

cuando las flores traen consigo

ese sabor a soledad perpetua

y cuando la húmeda lluvia

me deja encerrada en casa.


Los días pasan rápidos

y las sensaciones varian,

el reiki apacigua mis dolores físicos

pero aparejado a eso

el espíritu se desnuda

y sale a flote lo mas doloroso.


Me cansan los términos de años,

me duele la soledad,

me paralizan las responsabilidades

y se acerca el seguir adelante

terminar los proyectos

y emprender los nuevos.


Me siento como una pendeja

cagada de miedo por el tiempo que apremia,

temiendo por cada sensación desconocida,

amando sin nombre,

deseando con locura,

evocando besos y caricias,

creciendo y envejeciendo,

armando proyectos,

pensando demasiado.

(y puras huevadas como cada día de primavera lluvioso)

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