martes, 5 de octubre de 2010

¿Qué esperas para ser feliz?

Los procesos avanzan más rápido de lo que soy capaz de entender.
Mi Alma se encamina en la reconstrucción, en su trascender.
Mi cuerpo se manifiesta tranquilo, se siente bien, se reconoce.
Mis centros se energizan armónicamente.
Pero mi razón me dice al oído
¿Qué esperas para ser feliz?
Y entre el deseo de comer, fumar o beber le respondo
"Quiero un compañero, y lo quiero pronto"
Quizá no es el momento, no ha llegado el indicado,
no he puesto bien los ojos, simplemente no hay tal hombre.
Los procesos van bien, las respuestas aparecen,
el rencor queda atrás y los ciclos se cierran.
Pero la soledad sigue allí
ahuyentando hasta mis sábanas,
secando mis fluidos,
carcomiendo mi pasión,
dejándome en silencio,
hundiendo mis sentidos,
haciéndome desaparecer,
matándome, cansándome, agotándome, quemándome,
mutilándome, limitándome.
Sigo aquí, con motivos para ser feliz,
pero no siéndolo.

No hay comentarios: