martes, 20 de septiembre de 2011

Quisiera


Quisiera tener la inspiración de antaño,
ponerme a altas horas de la noche a escribir
hasta desangrarme, llorar o gemir de placer.

Quisiera volver a volar con mis pensamientos,
llegar lejos con mis sueños,
volcarme a la ilusión y la intimidad.

Quisiera tener largas noches de búsqueda interna
entre mis mates, algún cigarrillo y la luna de testigo,
noches de silencio, hoy un preciado tesoro.

Quisiera dejar de reír y vociferar chistes,
dejar el humor para dedicarme a sentir,
a ser yo, densa, enérgica, sensible, crítica.

Quisiera caminar oyendo trova por extensos parques,
sentarme a oír el silencio, a mirar el entorno,
a escribir frases instantáneas.

Quisiera reencontrarme lejos de la superficialidad,
lejos de mi cuerpo ajeno a las exigencias estéticas,
ni mi forma de ser ajena a los estereotipos.

Quisiera volver a reír sin tener que irme lejos,
volver a amar sin que sea un imposible,
volver a trascender sin que sea pasajero.

Quisiera encontrarme con aquella adicta al placer cotidiano,
a la de las palabras correctas, los gestos íntimos, el amor flotante,
aquella fruto de años de búsqueda y consecuencias.

Quisiera, quiero, querré,
quisiera hoy, quisiera con ansiedad, quisiera de forma brutal.

Para calmar mis quisiera, quisiera un abrazo de aquellos
en los que hundo mi cabeza y vuelco mi fortaleza a mostrarme débil,
ínfima, sin respuestas, sin nada.

Quisiera tanto, quisiera tan poco, quisiera una vez más y siempre lo mismo.

¡Quiero creer!

Suena:Los Cafres /De que lado del amor

2 comentarios:

CorazónCoraza dijo...

Desde pequeño nos mintieron un poco con la frase "basta con creer" La mitad no es cierto, pues si sólo bastara con creer de los dientes hacia afuera, las cosas serían mucho más fáciles, menos dolorosos y hasta menos fructíferas..
Sí, no dudo que hay que creer, pero desde las entrañas, desde las lágrimas que caen cuando nos sentimos completamente solos, desde el temblor que provoca el dolor, desde la necesidad de un abrazo que calme y consuele, desde ahí hay que creer. Desde la esperanza de que todo cambiará y todo algún día pasará.. porque algún día el dolor dejará de ser amargo, porque algún día dejaremos de sentir el estómago apretado cuando las cosas están mal, porque algún día lo gris tendrá sentido.
Sí, amiga querida, hay que creer con dolor y lágrimas.. ¡Hay que creer!

Te abrazo fuerte y te agradezco una vez más tu incondicionalidad, aún cuando no estás físicamente, sé que permaneces. Te adoro.

NegraNativa dijo...

Yo no puedo dejar de creer, vivo en la utopía, los suenos y la idealización, mi sub mundo imaginario, a veces paralelo pero siempre plagado de risas, abrazos, amores y felicidad. te quiero, gracias por leer y estar siempre!