de armar mochilas e irme al norte,
como lo soñé tantas veces,
como lo planeé cuando era una quinceañera
amante de la natura,
amante de la libertad.
Hoy ya no soy esa,
he perdido mucho de aquello,
de reír, soñar y perderme en aromas,
en sensaciones,
amante de la vida, de la compañía,
de partir cuando pudiese.
Hoy temo al desorden,
a la lejanía del abrigo materno,
al salirme de las estructuras,
a cada sensación nueva,
temo a vivir, temo a mirar más allá de mi nariz.
Este viaje es un desafío para mí,
parte de mi reestructuración,
un renacer entre mi amante viento,
y el bendito silencio.
Mañana parto con la mochila cargada de lágrimas,
de los dolores más eternos,
de la soledad enraizada en mi vientre,
con cuestionamientos sobre mi cuerpo,
con cuestionamientos sobre mis formas,
parto con todo lo que hoy me pesa
para dejarlo enterrado en la mitad del desierto.
Suena: Con una pena de muerte / Ismael Serrano
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