martes, 18 de noviembre de 2008

Te temo


Cada día avanza tomándome y depositando mi cuerpo en mi cama como si fuese el ritual mas triste en estas 24 horas, caigo en ella buscando tu arrullo que no llega, estoy llorando una vez mas tratando de evitar la oscuridad que trae consigo el desapego continuo, ya no hay lazo, no hay amor, no hay juegos ni sábanas, no hay abrazos ni poses, ni gritos ni placeres, ni migas de pan ni manchas de bebida, ni tu aroma, ni tu cuerpo, ni nuestros cuerpos fundiéndose, uniéndose, amándose estallando el uno en el otro, no hay nada. Solo yo y mis desvelos, solo yo al lado de tu imagen que se posa cada noche en mi almohada y me mira fijo como diciéndome estoy aquí aunque no lo creas, estoy cerca aunque no me veas, estoy contigo aunque no lo desees.

Una cama solitaria en una pieza pequeña, me recuesto en ella y pareciera que me pierdo en un laberinto eterno sin salida alguna, caigo en un absurdo e infinito sitio que me apodera con sueños inexsistentes, con sensaciones asquerosas incesantes en las que vuelvo una y otra vez a sentir ese dolor, a oler ese aroma a frustración a miedo, en que recuerdo tu rostro invadiendo mis centímetros, usurpando mis palabras, golpeándome sin tus manos al llevarme donde no deseo. Necesito despertar de aquí, necesito una salida a esta sensación de extrañar con odiar, de necesitar con el rencor que me carcome, de sentir asco por cada centímetro que tiene tu nombre y tu recuerdo.

De que sirve creerlo, de que sirve escucharlo,
¡antes de rendirnos fuimos eternos!
¿cómo nos rendimos? ¿cómo dimos el brazo a torcer, como perdimos la gran guerra del amor?


En realidad como la comenzamos
y como una simple cama solitaria
hace que las palabras
se vuelquen hilando una historia
repetida en millones de fotos
que cada vez pierden su nitidez.

Ya no hay rastros,
no hay huellas,
no hay rasgos de un pasar,
la búsqueda es inútil
mas la llegada de otro abrazo no es inútil
y estas allí recogiendo lo que de mi queda
alzándome a cada segundo
y tomando de mi mano
para llevarme contigo

2 comentarios:

Edu dijo...

El ser humano es deseo, y el lleva en su seno la desesperacion.
Un Saludo.

Anónimo dijo...

Hola:

Muchos deseos bonitos, espero que algún día tengas el sueño cumplido, ese de caminar de la mano del personaje que ames, que te regalonee, te acaricie, lo principal que te ame.

Un fuerte abrazo.