domingo, 22 de noviembre de 2009

A MIS AMADAS TERAPEUTAS


He estado sumergida en mis nostalgias, he optado por adentrarme en mi cuarto a esperar que la extraña sensación que se apodera de mi cada termino de año se vaya lejos y no me estorbe o me llene de nervios y ansiedad la que me hace comer, vomitar, beber y fumar como una loca. Así es mi fin de año y esta vez se adelantó un mes porque se nos va la vida, se nos va…
A días de terminar la U y licenciarme he comenzado a sacar cuentas y a despedirme un poco de la vida universitaria que llevo. Han sido cuatro largos años llenos de matices, de experiencias y de llenarme de cariño y amor por personas que se entrometieron en mi camino sin querer salir de este (y yo sin ganas de que salgan), personas a las cuales les dedicaré mis líneas para hacerles saber cuánto los amo.
He vivido momentos muy difíciles allá, me entere que estaba enferma y llore mis penas y mi dolor físico solo acompañada por mis amigas y amigos, me desarme más de una vez junto a ellas y el Mario, recuerdo la alegría que les dio el saber que no había cáncer al igual que a mí y el abrazo que recibí en la sala multiuso mientras teníamos clases de educación física.
Siempre a mi lado en mis momentos complejos, levantándome y alentándome a dar la pelea a la vida la que muchas veces trate de dejar botada, allí estaban y ahí están lo que me hace completamente feliz.
Vivimos juntas y entre tanta locura, carrete, mino, alcohol, voladuras y otras me calmaban mis ataques de llanto escuchando al otro lado del teléfono los reproches mas asquerosos que he oído, me miraban a los ojos dedicándome segundos valiosos de sus vidas para solucionar la mía, allí siempre en mis dolores, mis dolorosos primeros años de la U entre mi vientre cansado y mi corazón destruido.
Mis amigas confidentes y soñadoras como yo, agradezco el encontrarlas en mi camino y el sentir que no soy una especie en extinción o una desadaptada nadando contra la corriente.
Recuerdo cada momento juntas, como ando con el soponcio absoluto se me vienen a la mente las tristezas mas que las alegrías, me veo junto a la Marina en la iglesia de Graneros tratando de encontrarle sentido al creer cuando uno está en pedacitos en el suelo, cada una en un extremo llorando su problema pero juntas en el afán de curar el alma.
Me veo con la Aloys en cada reunión arrancándonos del qué dirán, mirando como nos reflejamos en los miedos y carencias, caminando siempre atrás o adelante haciéndonos a un lado para no demostrarnos débiles o más bien para refugiarnos la una en la otra.
Con la Javiera en la plaza de Graneros descubriendo que no somos las únicas minas avergonzadas de su historias y de las decisiones tardías que habíamos tomado, el ver que no somos las únicas que solucionamos los problemas abrazadas al wáter humillando nuestro amor propio.
Recuerdo a la Leslie llegando destruida por que el amor la tiró al suelo con sueños y familia junta y todas allí sin dejarnos decaer, redescubriéndonos entre lágrimas y en la necesidad de estar ahí para todos y para todo.
Así las recuerdo confidentes y terapeutas queridas, agolpándose a la fuerza a mis días y mis decisiones y haciendo el camino más fácil de recorrer.
Entre tanto ir y venir del destino el que se ha dado el lujo de hacernos girar en 180º las veces que ha querido, encontramos a otras dos en el camino quienes admiraron por así decirlo nuestra conexión y lograron ocupar un lugar muy importante entre nosotras (soy una sectaria por esencia).
Recuerdo a la Mercy llegando a Santiago con parca para celebrar el día de la profe, con cara de me quedaré acá por largo tiempo, la recuerdo cuando le dije que seríamos hermanas y que mi casa era suya, con los ojos vidriosos por ser rescatada de un silencio absorbente de la que logramos salir todas juntas.
Con la Nadya escapándonos de los grupos para conversar de esos amores de pendeja que aún nos mantienen en vilo, riéndonos de los estúpidas que nos vemos con más de 20 años recordando los 15.
Podría seguir rememorando momentos vividos juntas pero mi notebook haría explosión al tratar de aguantar mis lágrimas; y mi nostalgia se acentúa al pensar que nos quedan 2 días de clases y nada más, en unas semanas seremos unas licenciadas en educación listas para hacer de nuestro tiempo lo que deseemos.
Pero como mas de una vez me han dicho debo subirme el ánimo sola así que recordaré cosas buenas de las buenas. Mejor un pequeño listado para no dar muchos detalles porque no quiero ser la causante de peleas:
• Recuerdo ante todo el Toga
• Las papas fritas
• Las cervezas negras
• Los autos, motos, bicicletas…
• Las maravillas
• La sala del centro de alumnos
• Los cigarrillos Viceroy
• La casa del Mario en Requinoa (nos espera el jueves)
• Los koalas
• El cooler de la carta
• Los gases intestinales colectivos con olor a verdura y estanque
• Las terapias de risa
• La imitación de las Spice Girl
• Mario Bross a punto de terminar
• La plaza de Graneros
• Los paseos en camioneta a las poblaciones brígidas
• Los golpes en las tetas con el celular
• El ahogarse en un vaso de agua literalmente
• El colocho
• La casata de helado de piña con las cucharas robadas (recuperadas más bien) del súper
• Las descalificaciones o descalcificaciones como quieran, haciendo llorar a más de alguno.
• Las cabezas de tele, mojón en el agua, cabeza en el wáter, tai bia mujer, endenante se me le cortó, entre otras frases célebres.
• Todo me recuerda a ti mis queridas leslianas, sin ofender a las Leslies colgadas
Solo decirles que les amo con todo mi corazón brujas queridas y hacer la mención honrosa para el Mario, nuestro querido macho por el que gané el odio de las huasalais, te re amo amigo mío, amante de cada noche de carrete ebrios y volados.
Se nos acaba el cuarto año pero se viene el próximo viviendo juntas, así que esto no es una despedida para nada es un break dejando de lado las salas de clases represivas que nos mantuvieron en sumarios y cahuines constantes cargados de mala onda , siempre digo lo mismo pero las minas son un drama por suerte soy heterosexual pero igual las amo peucas mías, el jueves se acaba esta historia de ahí al 11 de diciembre cuando seamos unas licenciadas en educación sin mucho destino más que el verano preparándonos para dar la pelea de la práctica profesional, las re amo y entre karaoke, chelas, completos y demases el jueves consumaremos la amistad al más puro estilo griego jajajaj

Adiós con sus cuerpos amadas terapeutas!!!, son la mejor dosis para pasar la depresión, una inyección a la vena.

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