domingo, 13 de febrero de 2011

¡Un año más, que más da!


Y llegó el cuarto de siglo.
Una vez más me apronto a celebrar mi cumpleaños, un año menos de vida, un año más para disfrutar.
Sé con tranquilidad que mañana me rodearé de abrazos y palabras, que estarán todos los que me quieren, esos que me acompañan y alientan, que me creen y aceptan.
Será un despertar viendo la cara de mis viejos con ese amor inmenso e impagable, cantándome y alentándome a despertar con alegría.
Luego vendrán mis hermanas y cuñados, pero con el exquisito agregado, estará el par de locos deambulando por la casa, impresionándome por como manifiestan su amor, ahí estará Emiliando bailándome, llamándome y abrazándome, estará Tomás hablando en su idioma tan particular, haciendo pucheros para conseguir lo que quiere, haciéndome cariño.
Vendrán las amigas y amigos, esos que permanecen por años en mi casa este día y los que aprovechan su soltería para acompañarme.
Comeremos humitas, tomaremos vino, brindaremos, reiremos, celebraremos.
Llegó el cuarto de siglo sin que yo lo desee, poniéndome a mitad del camino con los sueños siendo prioridad, con la vida apurándome por hacer miles de cosas, con el miedo y la soledad solapada, con el asco por dejar pasar el tiempo y no hacer lo que he querido, por no tomar decisiones, por no decir algunas palabras, dar algunos besos, abrazar y amar, pedir disculpas, decir te amo.
Se pasaron 25 años de mi vida, es como si fuera ayer cuando tenía 16 o 18 años, cuando comencé la Universidad, cuando tenía el impulso en el vientre para arriesgarme a todo, cuando no existía el miedo y era capaz de conseguir todo, cuando la locura se tomaba mis días y me tenía corriendo por la vida.
Pasaron 25 y vienen muchos más, ahora mucho mas terrenal pero igual de apasionada, ahora con las cosas mas claras pero igual de visceral, ahora con la vida en mis manos pero igual de escurridiza, ahora con ganas de estabilizarme pero igual de compleja, ahora con mas años pero con la misma esencia, con esas ganas enormes por correr, con ese deseo incalculable por sentirme plena, placentera, en armonía.
Un año más, una razón más por la que luchar.
Feliz cumpleaños a mí.

No hay comentarios: