jueves, 14 de octubre de 2010

La mujer

La mujer está perdida,
se durmió en una cama en donde solapada paso sobre ella el amor
y no alcanzó a despertar.
La mujer murió y no ha podido revivir,
no hay cuerpos, pieles, besos.
La mujer busca respuestas, se intranquiliza,
se desespera, se pierde.
La mujer calla y el silencio la amarra.
La mujer no entiende el por qué,
una y otra vez la consume ese mismo dolor,
ese ardor en el vientre que la mutila.
La mujer no puede sentirse mujer.
La mujer ya no está y no hay quien la encuentre ni la recobre.
La mujer agoniza.
La mujer soy yo.

1 comentario:

Daniel Rioseco dijo...

Jejejeje, que buen final, "la mujer soy yo", en general me gustan tus finales, evidentemente que eso incluye un gusto por el desarrollo. Quiero saber, es sólo ficción?? o hay realidad en los relatos??