La mujer está perdida,
se durmió en una cama en donde solapada paso sobre ella el amor
y no alcanzó a despertar.
La mujer murió y no ha podido revivir,
no hay cuerpos, pieles, besos.
La mujer busca respuestas, se intranquiliza,
se desespera, se pierde.
La mujer calla y el silencio la amarra.
La mujer no entiende el por qué,
una y otra vez la consume ese mismo dolor,
ese ardor en el vientre que la mutila.
La mujer no puede sentirse mujer.
La mujer ya no está y no hay quien la encuentre ni la recobre.
La mujer agoniza.
La mujer soy yo.
1 comentario:
Jejejeje, que buen final, "la mujer soy yo", en general me gustan tus finales, evidentemente que eso incluye un gusto por el desarrollo. Quiero saber, es sólo ficción?? o hay realidad en los relatos??
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